Como cada tres años, el Capítulo eligió al nuevo grupo de hermanas que gobernará, animará y cuidará la vida del monasterio. En esta oportunidad, fueron elegidas Sor María del Carmen (Abadesa); Sor María Victoria (Vicaria) y Sor Esthela del Niño Jesús (Consejera).
En un ambiente de tanta descristianización como el que se vive hoy, las Clarisas son una fraternidad de hermanas que han consagrado su vida por completo al servicio de Dios, de la Iglesia y de la humanidad. Siguiendo las huellas de Francisco y Clara, viven en pobreza, obediencia, castidad y clausura, según está escrito en su Regla y Constituciones Generales.
Es por eso, que, para el Vicario de la Vida Consagrada, padre Pedro Pablo Garín, quien además participó de la elección, este acontecimiento resulta esencial, no solo para la vida religiosa de la fraternidad, sino en general: “Es una comunidad de ocho hermanas y quienes salieron electas tienen la tarea de conducir y animar la vida espiritual y comunitaria, Por ello, que la cabeza es muy importante, ya que tiene el desafío de guiar y mantener el espíritu de Santa Clara, rezar por nosotros, de ser un testimonio de vida y rezar por toda la Iglesia”.
La Hermana Frida Álvarez, Secretaria Ejecutiva de la Vida Consagrada, manifiesta la importancia para las religiosas este nuevo nombramiento: “Para la Familia Franciscana y toda la Iglesia en General es una alegría que nuestras hermanas Clarisas estén en medio de nosotros, que el servicio de Abadesa sea eso un servicio a la comunidad y las hermanas es un testimonio de minoridad ante a tantos que luchan de manera desenfrenada por el poder. Como fraternidad Franciscana realizan servicios rotativos, dentro del Monasterio, a partir del 16 de noviembre entran a un nuevo trienio, para acompañarse, a continuar viviendo el Testimonio de Vida en la Contemplación de la Pasión Cristo en la Alegría Sencillez por medio de la Adoración Al Santísimo orando por todo nosotros. Ellas nos sostienen a toda la Iglesia con su intercesión a través de la oración, además realizan trabajos diversos de manualidad pues ellas no poseen bienes. Dios sigue bendiciendo a su Iglesia con la presencia de nuestras hermanas Clarisas y tantas otras hermanas de la vida Contemplativa”, relata.
La Hermana Frida extiende la buena nueva: “Es un testimonio que nos interpela sobre el absoluto de Dios en nuestra vida, hasta donde somos capaces de llegar por amor a Dios y los hermanos. Hay mucha gente que no cree en esta forma de vida, que siente que es una pérdida de tiempo lo que ellas hace, que son cobardes al encerrarse y huir del mundo, yo diría más bien hay que ser bien valiente para optar de vivir de esta manera. La vida de ellas nos cuestiona a vivir una entrega total en el cada día. Ellas oran y ofrecen su vida por todo el mundo. ¿Quién está dispuesto a hacer eso hoy?, reflexiona.
Sin duda uno de los mayores desafíos que tendrá este nuevo gobierno tiene que ver con el cambio que produjo en el mundo la pandemia. Así lo analiza Sor María del Carmen, Abadesa: “Es muy interesante ver que todo ha cambiado, que lo digital llegó para quedarse. Ahora todo pasa por lo digital, la forma de comunicarnos, la forma de ver la realidad también cambió, por lo tanto, para nosotros es un desafío grande. Sabemos que la evangelización tiene que seguir de la mano de Dios, pero que lo digital es fundamental en ese sentido”.
Añade que la formación es otro aspecto relevante que “como gobierno tenemos que enfrentar, ya que toda formación ahora debe ser virtual y eso implica tener que conocer los recursos que se ofrecen. Lo económico también es algo que debemos readaptar como realidad, es decir, buscar la forma desde lo digital, de vender y ofrecer nuestros productos para tener una economía estable”, sostiene.