Monast. Nstra. Sra. de La Victoria – La Florida

 

En 1678, el alguacil mayor de Santiago Don Alonso del Campo Lantadilla legó toda su fortuna para fundar el histórico monasterio de Nuestra Señora de la Victoria, de Clarisas. La primera Abadesa fue Doña Lucía Orozco. La fundación fue patrocinada por el Rey Carlos IV de España. A fines del mismo siglo albergaba ya más de 100 religiosas, entre ellas a una gran historiadora y literata colonial, la Madre Ursula Suaréz. Por muchos años el Monasterio ocupó un solar de la actual calle Monjitas, que por ello recibió este nombre. Mas tarde se trasladó sucesivamente a la calle Riquelme, a dependencias de la Recoleta Franciscana y al predio en Bellavista donde hoy se alza la «Universidad San Sebastián», otrora el «colegio Alemán». Con el crecimiento de la ciudad la vida contemplativa y de estricta clausura papal de las hijas de Santa Clara y del Seráfico Padre San Francisco no fue compatible con el bullicio y ajetreo del centro capitalino, así el monasterio emigró a la Florida, una comuna sencilla donde encuentra en la actualidad.

LAS CLARISAS DE HOY…

 

En un ambiente de tanta descristianización como el que se está viviendo hoy, las Clarisas somos una fraternidad de hermanas que han consagrado toda su vida al servicio de Dios, de la Iglesia y de la humanidad siguiendo las huellas de Francisco y Clara, viviendo en Pobreza, Obediencia, Castidad y Clausura, según está escrito en nuestra Regla y Constituciones Generales. La mayor prueba de nuestro amor a la humanidad entera es «donar nuestra vida» como una ofrenda de alabanza permanente al Dios de las misericordias de cuyo pecho derrama abundantemente la salud para quienes esperan en Él. Hemos oído en el interior de nuestro ser la invitación que Jesús hace a todo cristiano hombre y mujer:

«Si quieres ser perfecto vende todo lo que tienes dáselo a los pobres y luego ven y sigueme» (Mt 19, 21) hacemos patente nuestra respuesta con un: «aquí estoy Señor porque me has llamado» (1S 3,8). Una sola cosa es necesaria y esto es: Estar a los pies del Maestro para escuchar su palabra y doctrina, pues de Él nos viene todo don perfecto, es la misma fuente del Amor y la Verdad. Saber que Dios existe no es una mera utopía, somos sus creaturas, a É pertenecemos y le debemos toda alabanza y gloria infinita.

Las Religiosas Clarisas somos como dice nuestro Santo Padre Juan Pablo II «… mujeres que dedican la mayor parte de su tiempo y vida a la oración, para contarle nuestro amor, presentarle las necesidades del mundo y sobre todo para dejarnos amar por Él»

Como ven, nuestra misión es universal, la oración no tiene fronteras, no «respeta las puertas cerradas» estamos en el mundo pero ya no le pertenecemos, no estamos ajenas a su sufrimiento, llevamos con nosotras todas estas cargas, tal vez se preguntaran ¿cómo se enteraron de la situación del mundo si están encerradas?. Si bien es cierto que nosotras usamos  los medios de comunicación,  procuramos que nuestro monasterio sea un nuevo Betania donde mujeres y hombres puedan encontrar un lugar de paz, acogida y esperanza para enfrentar sus gozos y fatigas que también son los nuestros.

Como comunidad vivimos en un ambiente fraterno, intercalando nuestra intimidad con el Señor en la oración tanto personal como comunitaria, con tiempos de trabajo, recreación y descanso.

A ti, si eres joven, y te sientes llamada a seguir a Jesucristo y deseas conocernos, te invitamos a compartir tus inquietudes e interrogantes, te invitamos a visitar nuestro Monasterio ubicado en Avenida La Florida 8920, comuna «La Florida», Santiago – Región Metropolitana o llamar al teléfono 222850221 o escribirnos al e-mail damedebeber1@gmail.com. Estaremos gustosas de poder atenderte.

Para cualquier consulta comunícate con: Sor María del Carmen (Abadesa de este Monasterio)

«¡Abrázate, Virgen pobrecilla, a Cristo pobre! Mírale hecho despreciable por ti y síguele
hacha tú también despreciable en este mundo!» (Santa Clara de Asís)