
El sábado 3 de mayo, 30 jóvenes participaron en la parroquia Apóstol Santiago de Castro, de una nueva versión del Encuentro Emaús, a cargo de la Pastoral Juvenil Franciscana. Reflexiones, desafíos y aprendizajes marcaron la animada jornada en la zona austral de Chile.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
El hermano José Manuel Hernández, ofm, asesor del Área juvenil de la parroquia y asesor espiritual de la Pastoral Juvenil Franciscana, señala al comienzo que el encuentro consistió en “dar la bienvenida a los jóvenes inscritos para el sacramento de la Confirmación y para aquellos que quieran integrarse a nuestra pastoral”.
Se llama Emaús, explica, “porque estamos viviendo el Tiempo Pascual, que se caracteriza por el gozo de experimentar al Resucitado en la propia vida. En segundo lugar, porque queremos que los jóvenes sepan que Jesús se hace compañero de camino, y que está dispuesto incluso a escuchar nuestros miedos y frustraciones”.
La jornada juvenil comenzó con un momento de presentación y dinámicas, para luego continuar con una oración, donde el protagonista fue el texto bíblico de los “Peregrinos de Emaús”, acompañado de diferentes signos preparados y trabajados grupalmente para profundizar en la vida de Jesús.
Para el hermano José Manuel, la convocatoria fue buena, debido al activo trabajo previo, que consistió en momentos de oración por parte de la Pastoral Juvenil Franciscana para preparar el corazón de la jornada. “Por otro lado, se invitó por medio de afiches, avisos en las eucaristías y también visitando el colegio San Francisco de Castro”, expresó.
Pedro Gallardo, coordinador de la Pastoral Juvenil Franciscana de Castro, por su parte, agregó que la actividad fue un espacio “para fortalecer los lazos que hemos construido con tanto cariño, y reconocer en los demás jóvenes a verdaderos hermanos. Es muy gratificante ver cómo este proyecto, que hemos soñado y trabajado con tanto amor, va tomando forma y dando frutos”.
En esa línea, el coordinador juvenil, agregó que llegó al encuentro con muchas emociones y expectativas, propias de toda instancia nueva. “Al principio siempre hay cierta incomodidad, ese momento de adaptación, pero poco a poco se fue transformando en un grato compartir fraterno. Me fui con el corazón lleno, agradecido por el diálogo entre generaciones, por la participación de los jóvenes y por la profunda alegría que se vivió en comunidad”.
En virtud de lo anterior, el hermano José Manuel cree que los jóvenes tienen mucho que decirnos. “También dan un nuevo aire a las comunidades cristianas. Por eso agradecemos a la Pastoral Juvenil Franciscana de nuestra parroquia por su entusiasmo y responsabilidad que han demostrado y por tener los ojos fijos en Jesús, pues Él siempre les sostendrá”.
A lo anterior, Pedro extendió. “La participación fue muy positiva. Contamos con 30 jóvenes, entre ellos 9 que ya forman parte de la pastoral juvenil y muchos otros que vienen del proceso de confirmación o que se están sumando a este camino. Lo más bonito fue ver cómo se generó un diálogo sincero y cercano entre ellos, cómo fueron rompiendo barreras y encontrando en la comunidad un lugar para crecer, compartir y vivir su fe”.
Finalmente, Pedro Gallardo, valoró de la actividad el sentido de pertenencia hacia Jesús. “Mi mensaje para los jóvenes es que se enamoren de Cristo. Como pastoral juvenil, eso es lo que más anhelamos: que cada joven pueda vivir un encuentro real con Cristo, que descubra en la comunidad un espacio de fraternidad y crecimiento espiritual. Somos jóvenes que adoran, que buscan a Jesús con el corazón y que quieren compartir esa alegría con otros”.
Cabe precisar que la Pastoral Juvenil Franciscana se ha fortalecido muchísimo en este último tiempo, especialmente después de Semana Santa, la cual se vivió con gran intensidad. Eso motivó al equipo a motivarse aún más en el desafío de compartir la Buena Noticia con otros jóvenes. “Seguimos creciendo, no solo en número, sino también en espíritu. Este es el proyecto que queremos extender a nivel nacional, invitando a más comunidades franciscanas y a los hermanos menores de Chile a animarse a formar pastoral juvenil franciscana. Es un proyecto hermoso, lleno de vida, que puede ser una verdadera casa para muchos jóvenes”, cerró Pedro Gallardo.