Nueve comunidades rurales de la cordillera de Nahuelbuta participaron el sábado 14 de diciembre, de un nuevo y fructífero encuentro organizado por la parroquia San Buenaventura de Angol. Este evento, realizado en la alejada capilla La Fontana, se enmarcó en los 100 años de la Diócesis de Temuco y contó con la presencia del obispo Jorge Concha, ofm.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
El encuentro comenzó con trabajos grupales que abordaron temas pastorales y comunitarios, destacando el sacramento de la Confirmación. Los asistentes compartieron reflexiones, que luego fueron presentadas en un plenario al cierre de la jornada.
El hermano Mario Márquez, ofm, párroco de San Buenaventura de Angol, precisa que dichas jornadas tienen varios objetivos. “El primero, es que es un encuentro de comunidades bastante distantes unas de otras, por lo que no siempre comparten ni tienen la oportunidad de encontrarse, compartir y conocerse”.
El otro objetivo, añade, es que dentro del encuentro la idea es formarse. “Por lo tanto, la formación tiene temas diferentes. El año pasado, fue el tema del laicado. Este año, fue el tema del Cristo Eucarístico hecho hombre. Ahí, la gente se junta por dinámicas de distribución por grupo, de tal manera que no queden todas las comunidades juntas, sino que separadas para reunirse, compartir, trabajar y conocerse más. Ahí, hay un momento de un expositor, que en este caso fue el hermano Jorge Horta, ofm, y trabajó en grupos”.
Uno de los momentos más significativos fue la eucaristía presidida por el obispo, hermano Jorge Concha, ofm. Durante la misa, jóvenes y adultos recibieron el sacramento de la Confirmación. Además, se realizó la unción de ancianos y enfermos, destacando la participación de personas provenientes de sectores alejados y de difícil acceso.
Como parte de las actividades, el hermano Jorge Concha, ofm, bendijo y envió a los monitores guías de las comunidades, entregándoles la Cruz Peregrina TAU misionera. “Cada animador recibió un cirio, como signo de ser cabeza, guía y quien ilumina y acompaña a su comunidad durante el año, porque es quien anima en el fondo. Luego, el obispo los bendijo y les hizo el envío para que lleven la luz de Cristo a sus comunidades”, destacó el hermano Mario.
Este símbolo de evangelización será llevado a Lomas de Toro, la comunidad más distante, cuya animadora, Lucía Fonseca, asumió el compromiso de continuar la misión. “Lomas de Toro, es un lugar en altura, con un camino muy difícil, donde vivir el invierno es una odisea, pero, así y todo, la gente llega. En el fondo, son comunidades muy vivas, muy permanentes en los encuentros. Desde que estoy acá y cada vez que las visito, siempre hay gente. La gente es muy fiel en ese sentido. Podría decir que son 150 personas, cifra muy considerable tonando en cuenta todo el contexto geográfico y poblacional de Angol”, alabó el párroco de San Buenaventura de Angol.
El encuentro estuvo marcado por la unidad y el compromiso pastoral. Estas reuniones anuales, que se realizan desde hace tres años, refuerzan la fe y la colaboración entre las comunidades rurales. “Fue un encuentro muy bonito. La gente lo prepara dentro de su pobreza, su sencillez y lo preparan muy bien. Fue una celebración muy hermosa, llena de simbolismo y también vi a la gente muy contenta, con muchos momentos de oración fuerte, de trabajos muy intensos”, cerró el hermano Mario Márquez, ofm, párroco de San Buenaventura de Angol.
Con la mirada puesta en el 2025, se espera que estas actividades sigan siendo espacios de encuentro y fortalecimiento espiritual para las comunidades de Nahuelbuta.