Siempre motivados por la fraternidad solidaria que los caracteriza, un grupo de hermanos de la parroquia San Buenaventura de Angol celebraron la tradicional Fiesta de la Cruz de Mayo este jueves 2 de mayo, logrando dos canastas repletas de mercadería para los más necesitados.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
Es que la Cruz de Mayo es una tradición católica llena de expresiones religiosas popular en honor al símbolo de cristiandad, cuyo origen de la se remonta a la época de la conquista española, en la que los misioneros no conocían los lenguajes de los nativos y con una cruz difundieron el mensaje cristiano.
Con esa idea firme de mantener viva está antigua e importante tradición que va en beneficio de tantos hermanos necesitados, miembros de la parroquia San Buenaventura de Angol, no importando las bajas temperaturas de la comuna, recorrieron parte de su sector parroquial, con alegría, cantos y gritando a viva voz para hacer fraternidad con los más pobres y abandonados.
Tradición que no pasa
El Hermano Mario Márquez, ofm, párroco de San Buenaventura de Angol, señala que la Cruz de Mayo es una tradición que se realiza desde hace tiempo en la parroquia, donde dos grupos debidamente organizados, salen por las calles tocando música con cantos, guitarras y acordeón. “Cada grupo de unas 12 o 15 personas, tanto adultos, jóvenes y niños, gente muy sencilla, pero también profesionales como trabajadores de oficinas, hospital, sicólogos, etc.”, señala.
A lo anterior, el Hermano Mario agrega que dichos grupos, “pasaron por las casas del barrio a saludar con el canto y la música a la gente. El canto de saludo va acompañado de una letra de solicitud a compartir y es algo que la gente quiera regalar y que después se destina a los más necesitados”.
En esa línea, añade. “En agradecimiento se le canta un canto alusivo, lo mismo para aquellos que no dan nada, también se les canta una canción alusiva a que es mezquino”.
En dicha actividad, explica el Hermano Mario, se recorre unas tres horas más o menos de un camino presidido por una cruz. “Terminado el recorrido, se vuelve a la parroquia a seleccionar lo recolectado para ser posteriormente repartido. Después de eso se hace una convivencia con todos los que salieron, donde cada uno trae algún compartir de sus casas para la convivencia, y que es preparada por un grupo que se queda mientras los demás salen a las calles”, detalla.
Por último, el Hermano Mario Márquez, ofm, párroco de San Buenaventura de Angol, analiza. “Todo esto tiene un sentido cristiano como es compartir, visitar, cantar a la cruz que sana y salva”, valora.
Siempre adelante
Patricia Olmedo, quien estuvo a cargo este año, mantiene la misma impresión que el Hermano Mario, ya que es un trabajo que viene de años anteriores. “La gente ya salió con una misión. Primero, salimos con la bendición del párroco por las calles de Angol y la gente que escuchó las canciones y que estuvo ahí la vi atenta a la espera. Fue un momento de alegría, de recordar su niñez y también de ser solidarios. En tiempos tan difíciles como este, el trabajo es valioso. No fue difícil organizarnos, porque contamos con el apoyo de toda la comunidad parroquial y muchos fueron voluntarios. Agradecemos al párroco que tuvo la gentileza de apoyarnos”, manifestó.
“La mayoría de las casas nos abrieron sus puertas, escucharon las canciones, hicieron su ofrenda. La mayoría de las personas se mostraron con mucha alegría frente a esta ayuda. Me sorprendió la alegría con la que salió la comunidad. Las noches de acá son muy frías y la verdad es que los grupos lograron llenar dos canastas de supermercado con mercadería y eso fue porque salieron con optimismo, con alegría”, precisó Patricia.
Finalmente, destacó Patricia Olmedo que todo el esfuerzo tuvo su recompensa. “Al regreso hacía mucho frio y hubo voluntarios que prepararon sopaipillas, vino navegado para entrar en calor. Fue una linda actividad, muy gratificante y todos quedaron entusiasmados para hacer otra el próximo año mucho más enriquecedora. Ya están buscando estrategias para motivar a la comunidad. Todo fue motivo de alegría”, concluyó.