Este 27 de octubre, y tras cinco días de encuentro fraterno y oración, finalizó la Semana de Formación Permanente de los Hermanos Franciscanos en Chile que se desarrolló en la Casa de Retiro Alvernia de San Francisco de Mostazal. La misa de cierre se llevó a cabo en la parroquia San Francisco de la Alameda.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
Cabe consignar que la eucaristía de cúlmine de la Semana de Formación Permanente fue presidida por Fray Ignacio Ceja Jiménez, Vicario General de la Orden de Frailes Menores y concelebrada por el Hermano César Külkam, ofm, Definidor General para la Conferencia Brasil, Cono Sur y Bolivariana, ambos del Gobierno General de la Orden de Hermanos Menores (OFM) venidos desde Roma.
Este año, y a la luz de la temática “Recuperar la humanidad de Jesús para repensar la vida religiosa”, cerca de 45 frailes se reunieron en la Casa de Retiro Alvernia de San Francisco de Mostazal para vivir durante estos días un tiempo de gracia, de renovación de su vida religiosa Franciscana y un espacio vital para dejarse formar por el Señor en sus múltiples mediaciones.
La Semana de Formación Permanente, estuvo acompañada por el Hermano Michael Moore, ofm, Fraile de la Provincia San Francisco Solano, Argentina, quien es, entre otras labores, Doctor en Teología con especialización en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y es actualmente Profesor en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Córdoba.
En esa línea, la celebración eucarística de este 27 de octubre buscó, entre otras acciones, que los Hermanos Franciscanos de Chile elevarán a “Dios trino y uno, que es el bien, todo bien y sumo bien”, su alegre y festiva acción de gracias por los 400 años del Convento San Francisco de Asís de la Alameda, cuyo lugar está íntima y afectivamente unido a la presencia Franciscana en Chile, pues fue desde allí, que el carisma Franciscano se fue expandiendo e irradiando a diversas latitudes de nuestro país.
El otro es Cristo
En su homilía, Fray Ignacio Ceja Jiménez, Vicario General de la Orden de Frailes Menores, animó a los Hermanos a no olvidar el amor al prójimo. “Jesús nos invita a tener sus mismos sentimientos de amor al prójimo y que vayamos y hagamos lo mismo que hizo con nosotros. Dios quiere que, en medio de nuestros pecados, nos encontremos con Dios, quien se acerca a nuestra vida y a nuestra realidad”, preciso.
Asimismo, Fray Ignacio recordó la importancia de tener presente en sus vidas el ejemplo de San Francisco y de la Virgen María. “Jesús se acercó a nuestra vida para acogernos, para sanarnos. Vayamos y hagamos lo mismo nosotros en este mundo que tanto necesita. Los Hermanos Franciscanos estamos llamados a anunciar a Jesucristo. Tenemos que vivir responsablemente nuestra vocación y tenemos que ser capaces de pedirle a Dios el ayudar a los hermanos”, clamó.
Dones de Dios
La Semana de Formación Permanente, permitió que los Hermanos Franciscanos, pudieran hallar también las gracias para encontrarse, escuchar y compartir con sus pares, como también ser una instancia para repensar y renovar la vocación religiosa y Franciscana, siempre a la luz de la humanidad de Jesús.
Asimismo, parte de los signos relevantes de la eucaristía, fue el momento de la presentación de los dones, donde, junto al pan y el vino, se presentaron, además, las búsquedas, deseos y caminos de conversión de cada uno de los Hermanos Franciscanos de Chile en este importante tiempo que viven.
Poner en práctica lo anunciado
El Hermano Carlos Paz, ofm, Ministro Provincial, también tuvo palabras de agradecimiento al cierre de la Semana de Formación Permanente. “Confío en que todos nosotros nos hayamos dispuesto con seriedad, apertura y responsabilidad a vivir en profundidad el itinerario reflexivo y la mirada contemplativa del destello de la divinidad en el Hombre Jesús, al que fuimos invitados constantemente”, exhortó.
“Que movilizador y apasionante es asumir que el espacio de formación permanente que hemos vivido realmente comienza cuando vueltos casa y retomando lo cotidiano, busquemos e intentemos internalizar lo que nos fue anunciado, y progresivamente lo hagamos vida y lo compartamos y lo hagamos testimonio”, agregó.
Finalmente, dejó algunos puntos a trabajar: “Tenemos el desafío de encontrar la divinidad de Jesús y la humanidad, humanizar la humanidad practicando la proximidad; el Reino de Dios es un proyecto de humanización; la fe es una praxis de misericordia; Dios insiste en rebelarse en lo oculto, en lo sencillo; Dios se revela en el amor y el hombre se empeña en buscarlo en el poder”, enumeró al cierre el Ministro Provincial.