Nueva versión de la Experiencia Juvenil Franciscana “ESSO”

Entre los días 26 y 28 de mayo, en la Casa de Jóvenes Franciscanos San Felipe de Jesús (Santiago Centro), se desarrolló una nueva versión de la experiencia juvenil franciscana ESSO (Espíritu del Señor y su Santa operación). Con cinco años desde su primera realización, cientos de jóvenes han logrado conectarse y hacer experiencia del Espíritu Santo en sus vidas. Este año no fue la excepción y, una vez más, se logró el objetivo de esta experiencia: celebrar Pentecostés,  generando preguntas e instancias de misión desde la experiencia franciscana del Espíritu del Señor y su santa operación.

Por Enrique Astudillo Baeza, periodista

Cabe destacar que la sexta versión de ESSO logró convocar a 25 jóvenes, incluidos los miembros del equipo de servicio, quienes durante estos días fueron invitados a vivir su fe fraternalmente en comunidad.

En clave comunitaria

Camila Carrimán, quien fue parte del equipo organizador de ESSO 2023, destaca en primer lugar, la relevancia de poder crear y preparar estas experiencias de manera comunitaria. “La experiencia tiene un objetivo general, el cual nos orienta en asuntos bastante esenciales, pero el contenido se discierne y se prepara año a año por el Equipo de Servicio. Este año surgió orientarlo hacia lo comunitario. El año pasado, la experiencia tuvo un abordaje personal, vimos cómo el Espíritu habita en cada uno y nos provoca para salir de nosotros mismos”, aclara.

Para este año, añade que “dando continuidad al camino que llevábamos, quisimos tratar la propuesta comunitaria que Dios tiene para el hombre. Desde ahí, tanto el contenido como la metodología, fue en torno a lo comunitario. Partimos por una constatación de la realidad social actual, luego vimos cómo nuestro Dios trino nos invita a ser comunidad y luego compartimos cómo vivir esto desde la espiritualidad Franciscana”, desglosa.

Fue una jornada llena de detalles, preparada con mucho cariño. Ver cómo participan los jóvenes y cómo terminan la experiencia, hace que sea un privilegio estar al servicio de ellos, junto a mis hermanos del equipo. Todos salimos enriquecidos y agradecidos por tanto”, concluye Camila Carrimán.

Comunión y fe

Para Martin Bocaz, de la Casa de Jóvenes Franciscanos, laexperiencia ESSO 2023 fue muy hermosa, sobre todo desde el punto de vista de poder compartir con los demás jóvenes en la Fiesta de Pentecostés. “El Equipo de Servicio y los frailes nos acogieron de una manera muy cálida y las actividades que desarrollamos durante los tres días fueron bien significativas para mí. Claramente se lo recomendaría a todos los jóvenes que quieran profundizar en su vida espiritual y en su conexión con Dios desde la comunidad. Me voy con el corazón contento, con nuevas amistades y lleno del Espíritu Santo. Una experiencia inolvidable”.

El valor de compartir

Por su parte, María Teresa Toledo, joven de la Capilla San Felipe de Jesús, quien vivió susegunda experiencia ESSO, manifestó su alegría por esta nueva oportunidad. “En comparación de la primera vez, esta fue más intensa desde el lado Franciscano y de la Santa Trinidad. Pudimos trabajar en fraternidades y conocernos más. Pudimos hablar y expresarnos sobre lo que sentíamos y, sobre todo, cómo trabajábamos la común unión. Siento que la Casa de Jóvenes siempre nos da la instancia de ser libres y ser como somos, y nosotros nos respetamos tal cual y eso no se encuentra en todos lados. El poder escuchar y sentirse escuchado, es un fruto único y hermoso que podemos cultivar. Estoy súper agradecida que se dan estas instancias en donde uno puede respirar un aire de fraternidad, amor y comprensión, y donde también nos dan conocimiento y herramientas para seguir viviendo nuestra fe”.

ESSO, una experiencia renovadora en el Espíritu

Finalmente, Lorena Uzcategui Altuve, del Coro de la Casa de Jóvenes Franciscanos, enfatiza en la experiencia renovadora que deja ESSO en los todos los jóvenes que participan de ella. “Es una experiencia llena de alegrías, llantos, plenarias, momentos de oración y encuentros. Desde el ministerio de música vivimos la alabanza y adoración centrándonos en canciones que son bálsamo, consuelo y esperanza”, desglosa.

No se ama por la recompensa, sino como agradecimiento por sentirnos amados por Dios. Todos sin importar su procedencia, tuvieron un nivel gigante de empatía, de honestidad, de compartir creando lazos de amistad hermosa que se extenderán a Italia, Colombia. Agradezco la hospitalidad de los hermanos y al equipo de servicio por todo el amor y sabiduría entregada”, concluyó Lorena Uzcategui.