Este jueves 22 de diciembre, la parroquia San Francisco de Asís de Parral entregó 75 almuerzos a 75 personas que acuden habitualmente a su Comedor Solidario. Además, sus voluntarios, con mucho amor y entusiasmo, tuvieron la oportunidad de compartir una canasta de alimentos no perecibles y una pequeña cena de Navidad para un grupo de hermanos que viven en situaciones difíciles.
El Hermano Julio Campos, ofm, párroco de San Francisco de Asís de Parral, señaló sobre esta hermosa e importante iniciativa que “la confianza de aquellos bienhechores colaboradores, nos permiten, con su ayuda, compartir con los que menos tienen de nuestra comunidad parroquial en Parral en tiempos tan difíciles como los actuales”
Asimismo, para el Hermano Julio, la vivencia de la Navidad “es un acontecimiento de renovación de nuestra fe y una revitalización en la esperanza de la salvación dada por Jesús. En este contexto el hecho de compartir el alimento- algo tan fundamental básico y sagrado para la existencia humana- con las familias más vulnerables de nuestra ciudad- es un modo de actualizar la bondad y el amor de Dios presente en nuestra vida”, precisó.
Es por ello, que agradece valiosamente el signo de amor hacia los más pobres. “Ciertamente la confianza que han depositado en nosotros inimitables fieles colaborando con alimentos y recursos para compartir en solidaridad, es un signo fundamental del Evangelio presente en nuestra comunidad. Del cual estamos profundamente agradecidos y nos debemos plenamente a la confianza depositada en nosotros”, manifestó el Hermano Julio Campos, ofm, párroco de San Francisco de Asís de Parral.
Puertas abiertas
Mirada similar tiene Cecilia Hernández Flores, Encargada comedor San Antonio de Padua. “Después de tres años entregando los almuerzos detrás de un plástico que resguardaba el contacto físico y nos protegía del distanciamiento social por la pandemia, hemos abierto las puertas de nuestro comedor para que los hermanos y hermanas ingresen a servirse un almuerzo preparado con amor y dedicación por las voluntarias al igual que todos los martes y jueves”.
A lo anterior, Cecilia Hernández, valora. “Pero hoy fue un almuerzo significativo, en un ambiente de más solidaridad y amor al próximo con la magia de la Navidad, en donde se pudo volver a compartir con ellos una sonrisa, un gesto amable, una conversación la cual la pandemia no nos permitía tener estos momentos de convivencia. Estos días son aún más solidarios y de gratitud a la espera del nacimiento del niño Jesús en nuestros corazones”, cerró.