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Con oración, misas y procesiones, la parroquia San Francisco de Asís de Concepción vive a diario el Mes de María. El Hermano Claudio Salgado, ofm, Guardián y Párroco, agradece a Dios poder vivirlo sin restricciones por la pandemia y de poder reencontrarse con aquellos que durante el año han estado alejado.
En palabras del Hermano Claudio Salgado, ofm, Guardián y Párroco de San Francisco de Asís de Concepción, este tiempo del Mes de María ha sido un agrado compartirlo con la vivencia de los hermanos y sin las restricciones propias de la pandemia. “Ha sido un tiempo hermoso de poder reencontrarnos sin las limitaciones que se daban en el último tiempo por la pandemia. Gracias a Dios en nuestra parroquia y en las capillas que acompañamos, hemos podido realizar día a día el Mes de María con una buena presencia y con un espíritu muy festivo y participativo de los feligreses”, precisó.
Así, cada semana un grupo distinto se hace cargo de la animación del Mes de María, como también un grupo de personas que adorna la imagen de la Virgen para que esté bella en cada una de las celebraciones. Los temas que se tratan día a día, explica el Hermano Claudio, es un material sencillo, fácil de acceder y de entenderlo y que va en la línea de la sinodalidad, con reflexiones que hace el Papa Francisco de gran ayuda y de bastante comprensión.
Otro aspecto importante que se puede destacar este año en la parroquia San Francisco de Asís de Concepción es que en cada una de las capillas un día a la semana, se celebra la eucaristía y en particular en una de ellas, se celebra en la mañana y en la tarde. Asimismo, los días sábados en la mañana, se realiza una procesión. “Destaco que este tiempo ha sido un tiempo hermoso, porque celebramos el Mes de María con hermanos que están alejados, quienes se acercan y se pueden reencontrar con otras personas que no se veían. Entonces todo el sentido de pertenencia de la Iglesia y de comunidad se vuelve a fortalecer”, valora el Hermano Claudio Salgado, ofm.
Para el Hermano Claudio, agrega, el Mes de María no cabe duda de que convoca y que es un tiempo que mueve a todos hacia la unidad. “Ayuda mucho a tomar conciencia de que estamos llegando a fin de año y que nos estamos acercando a Navidad, entonces es María quien nos anima y acompaña para llegar bien a este final de año”, manifiesta.
Respecto del sufrimiento y dolores de la gente, ve que el Mes de María ayuda mucho en ese sentido. “Veo que la pérdida de seres queridos, el sentirse que el encierro ha hecho daño, el sentir que se han alejado también de la vida de la comunidad de la Iglesia, que han perdido contacto con muchas personas con quienes habían compartido durante años, los tenemos muy presente en la gente. Sus situaciones de dolor y por todo eso se hace oración a los pies de la Virgen y por todos los acontecimientos vividos a nivel país, con tanta violencia, con la situación económica y política que también preocupan. Lo que vivimos a nivel de Iglesia y el alejamiento de personas. También todas las situaciones de dolor por los abusos y todo lo que ha vivido. No hay duda de que eso está muy presente y se le deja en manos de María nuestra Madre”, analiza.
Por último, el Hermano Claudio Salgado, ofm, Guardián y Párroco de San Francisco de Asís de Concepción, no queda ajeno a la necesidad de María en nuestra vida. “Para todos sin excepción, María marca nuestra vida y nos invita a la esperanza, nos invita a estar siempre en esta cercanía con el Señor”.
“Le damos gracias a María, porque a través de Ella y de su sí incondicional a Dios y de su maternidad, podemos nosotros seguir profundizando también nuestra vida de fe en el sentido de pertenencia en la Iglesia, de mantener siempre la esperanza, esa esperanza que como Madre nos mueve y nos conduce hacia el encuentro con su Hijo”, finalizó el Hermano Claudio Salgado, ofm.