A pesar del frio y la lluvia que enfrenta la capital, los fieles llegaron hasta el Templo Recoleta Franciscana este jueves 14 de julio para rezar al mediodía, por la pronta beatificación de Fray Andresito, hombre cercano a Dios y solidario con los más pobres y necesitados. La eucaristía fue presidida por el Hermano Miguel Correa, ofm.
El Hermano Miguel Correa, ofm, comenzó su exhortación manifestando que seguir a Jesús tiene una dimensión central, que tiene que ver con sabernos portadores de una buena noticia. “Jesús nos recuerda que la misión tiene que ver con dar vida a aquello que Dios nos ha entregado”.
A lo anterior, extendió. “La sociedad quiere vivir sin Dios, donde nosotros mismos vamos resolviendo las dificultades y ponemos sobre nuestros propios hombros las soluciones a los problemas y conflictos”, y pidiendo a los presentes, poder encontrarse con Dios en momentos de tribulación.
En esa línea, el Hermano Miguel, sostuvo que es en Jesús donde debemos poner nuestra confianza. “Cuando necesitamos hacer procesos una y otra vez para devolver la confianza entre nosotros mismos, debemos ser pacientes y humildes de corazón. Ser pacientes y humildes de corazón, tiene que ser una opción de vida, una actitud. Es la forma de ser cristianos, de insertarnos en la sociedad, de ser Iglesia, de vivir la caridad, y la caridad es aprender del Maestro y tiene forma de cruz, de renuncia a nosotros mismos”, exhortó.
“No estamos solos en esta vida. Somos una comunidad creyente, un pueblo de Dios que sueña con una vida fecunda y entregada para que dé frutos y los dé en abundancia”, enfatizó el Hermano Miguel Correa, ofm.
Luego, prosiguió. “Como cada 14 de mes, oramos por la pronta beatificación de Fray Andresito para que el Señor nos regale mirar con esperanza este proceso. Si uno pudiese tomar nota de su vida, tiene que ver con que fue un hombre paciente y humilde de corazón. No sólo por su acción vocacional y religiosa, sino por el fruto -del cual muchos dan testimonio- de su cercanía con los más necesitados, sin hacer discriminación. Fray Andresito fue un hermano de todos”, dijo.
Por último y de cara a la contingencia de la vida y de la sociedad, el Hermano Miguel Correa, ofm, invitó a dejar de lado la vanagloria, “donde pensamos que todo parte y termina en nosotros. Démosle la bienvenida a la fraternidad, permanezcamos en Jesús para saber llevar la vida en santidad como signo del Reino que se construye aquí y ahora”, consignó.
La plegaria por la pronta beatificación de Fray Andresito se elevó desde el Templo Recoleta Franciscana como también desde la virtualidad, como signo de amor hacia el Venerable y de fe que pueda asistir los dolores de tantas personas.