Fray Máximo Cavieres celebró 25 años de vida religiosa

Con una eucaristía en el Templo San Francisco de la Alameda, este sábado 5 de marzo, el Hermano Máximo pudo celebrar estos 25 años de consagrado al Señor. Lo festejó en compañía de un grupo importante de hermanos en la fe, familiares y parte de su comunidad de la Orden Franciscana en Chile.

Agradecer a Dios por la vida, el retornar paulatinamente a la presencialidad y rezar por las diversas dificultades que vive el mundo, marcaron la eucaristía de este sábado 5 de marzo y que recordó el cuarto de siglo de vida religiosa del Hermano Máximo Cavieres.

En sus palabras de agradecimiento, Fray Máximo repasó lo que ha sido estos 25 años. “El llamado fue a seguir a Jesús, al estilo de San Francisco, la vida de San Francisco es muy significativa. Para mi descubrir su vida, descubrir su presencia y entender de que su propuesta de camino de vida es distinta a lo que el mundo ofrece, que es buscar el éxito, desear cosas o tener cosas. Quiero buscar las cosas sencillas, una vida humilde, sencilla y, sobre todo, muy fraterna y cercana la naturaleza”, recordó.

También, el religioso se dio espacio para destacar lo que ha sido llegar a este día. “Esta renovación de los 25 años de mi vida religiosa tienen un sentido, el cual es recuperar y renovar ese primer impulso que me llevó a consagrarme hace 25 años atrás; de querer estar dispuesto a seguir a Jesús con las personas que Él me pusiera a mi lado y en los lugares donde Él me enviara. Yo quiero renovar eso también, renovar esa disponibilidad de vivir y de desapropiarse de las cosas, para poder vivir con mayor libertad y poder servir mejor”, recalcó.

Por último, agrade a todas las personas que Dios le ha puesto en el camino durante estos 5 años. “Le doy las gracias a toda la gente que me ha acompañado en este camino. He podido aprender mucho con cada una de las personas, incluso en los momentos difíciles y a veces no tan buenos”, agradeció.

Asimismo, el Hermano Máximo subrayó. “Nunca hay que olvidar que pasamos por distintos momentos en nuestra vida y eso siempre genera un aprendizaje para poder alcanzar mejor los objetivos que uno tiene que es servir, entregar y estar dispuesto y, sobre todo, para crecer en el encuentro con Jesús, porque esa es nuestra misión, que las personas se encuentran con Jesús en sus vidas y poder darle a Cristo a ellos también”, rogó.