Solemnidad de la Inmaculada Concepción animó a seguir fieles a Jesucristo y María en medio de la contingencia que vive el país

Con una procesión por las calles aledañas al Templo San Francisco de la Alameda, y una solemne eucaristía; cientos de personas celebraron este 8 de diciembre la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. El Hermano Isauro Covili, Vicario General de la Orden Franciscana de los Hermanos Menores, presidió la misa y peregrinación que homenajeó a la Madre de Jesús.

En su homilía, el Hermano Isauro Covili, señaló que es una fiesta para todos sin distinción. “Es una Fiesta que nos involucra y nos permite vivir una experiencia única de la mano de María y de la mano también del proyecto de Dios, que se hace realidad en María Santísima”, dijo.

Luego, el Vicario General de la Orden Franciscana de los Hermanos Menores, precisó que la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, se celebra junto a toda la Iglesia, “tan hermosa y que nos desafía a todos a hacer un camino de conversión, de adhesión al proyecto de Jesús y hacer un camino de purificación y de vivir en la verdad”.

El Vicario General invitó a mirar este tiempo con seriedad de cara a los desafíos que presenta el país. “Es una invitación para que cada ciudadano pueda hacer una reflexión profunda sobre el país y sobre lo que queremos como país. Por lo tanto, es un tiempo de discernimiento, de diálogo familiar, de diálogo con otros, con organizaciones sociales y con las comunidades cristianas de base, y así poder buscar el bien común”, animó.

Por último, el Hermano Covili, explicó a los asistentes a la misa que es un momento valioso para asumir con responsabilidad y compromiso el proyecto de Dios. “Es hacernos cargo de nuestra propia vida, para no ir por la vida echándole la culpa a los demás, cómo vivir la vida de una manera adulta y responsabilizándome de las decisiones, de las equivocaciones y también de los aciertos”, cerró.

La procesión por las calles que envuelven al Templo San Francisco de la Alameda no dejó indiferentes a transeúntes y residentes, quienes, con emoción y asombro, veneraban a quien es la Madre de Jesucristo.

Mario Latorre, con 81 años de edad, señaló tener la suerte que, a su edad, aún pueda seguir asistiendo a la procesión. “Vengo acá desde los 14 años, donde venía con mi padre. Vengo a celebrarla, porque ella es mi Madre, porque ya perdí a mis padres y Ella me cuida y me mantiene con vida y salud”, agradeció.

Por su parte, Blanca Vargas, manifestó que es una solemnidad trascendental por todo lo que vive el país en estos días. “La vivo con una inquietud grande, pidiéndole más compasión a la Virgen para que nos acompañe y ayude a nuestro país, ya que estamos medios desordenados. Con mucha humildad vengo a pedirle que nos acompañe y que cuide nuestro país, porque realmente estamos siempre bajo el alero de Ella”.

El matrimonio Rivas Torres, quienes participaron activamente en la procesión y eucaristía, se mostraron muy contentos con lo vivido. “Estamos muy felices y contentos, porque esta Fiesta de la Inmaculada Concepción nos llena de esperanzas para seguir adelante”, afirmo María Torres. En tanto, Helio Rivas, destacó que “siempre es un gran momento encontrarse con la Virgen y sobre todo hoy, que es una fecha muy importante para todos los católicos”.