
Este sábado 18 de diciembre, Fray Gustavo Valenzuela, de la Provincia de San Francisco Solano de Argentina y Doctor en Teología, ofreció la charla “Preparando la Navidad: Un corazón dispuesto… una vida regalada”. La iniciativa fue transmitida a través del Facebook Franciscano.
La reflexión en clave Franciscana, comenzó con una valoración por parte de Fray Gustavo, de la vida y sus riquezas, “por lo tanto, nos permite una infinidad de perspectivas. Cada vez que nosotros nos acercamos a alguna situación, texto o realidad, nos podemos acercar desde infinitas perspectivas y tal como somos”, inicio.
Añadió: “Encontrar a San Francisco es una aventura del espíritu, dulce, fuerte, inquietante, siempre nueva. Algunas veces él nos viene al encuentro como los lugares de nuestra infancia, donde todo aparece así presente y así lejano, irreparablemente perdido y más vivo que nunca. En otros momentos el sentido de la distancia se agudiza hasta lo más profundo, y Francisco de Asís, hombre profundamente radicado en su tiempo, parece encaminarse sólo hacia regiones desconocidas y a pasos cotidianos”.
A lo anterior, agregó que San Francisco fue un hombre peregrino del absolutismo. “Un hombre muy sensible, con una gran capacidad espiritual; y desde esta conciencia espiritual, ha aprendido a sumergirse en lo más profundo. Francisco aprende a amar la vida, toda entera, acogiéndola con apertura, dejándose desbordar, viviendo intensamente.
Respecto de la actualización del misterio de la encarnación, Fray Gustavo Valenzuela, precisó que todos aquellos y aquellas que perseveren hasta el fin, reposará el Espíritu del Señor y hará en ellos habitación y morada. “Serán hijos del Padre celestial, cuyas obras realizadas. Son esposos, hermanos y madre de nuestro señor Jesucristo. Somos sus esposos cuando el alma fiel se une a Jesucristo por el Espíritu Santo. Somos sus hermanos cuando cumplimos la voluntad de su Padre, que está en el cielo, cuando lo llevamos en el corazón”.
Sobre cómo vivir estos días previos a la Navidad, a la luz de San Francisco, el Doctor en Teología sostuvo que se debe hacerlo, “creciendo cada vez más en la conciencia de que en el fondo, en mi propio fondo de mi existencia, es el mismo fondo de la existencia de Francisco, es el mismo fondo de la vida de Jesús, de María, y es el mismo fondo de Dios. Por lo tanto, en la medida que yo sea consciente de eso, y practique para permanecer allí, yo me puedo encontrar con todas las realidades, sin dejar nada afuera; porque podré contemplar e ir más allá de la apariencia, y reconocer que ese fondo que está en mí, es un fondo que está en toda la realidad. Por eso todo es amable”.
Al cierre de su ponencia, Fray Gustavo Valenzuela, en línea con un planteamiento ajeno a él sobre el pecado original, manifestó que el “pecado original, es haber olvidado quiénes somos realmente. Haber olvidado esa verdad profunda, onda. Es haber olvidado la plenitud que nos habita y que somos; somos imagen y semejanza, somos expresión de la Vida y eso creo que tendría que ayudarnos a celebrar verdaderamente este misterio de la encarnación que se realizó y se realiza constantemente”, cerró.
Tras su presentación, el Fray de la Provincia de San Francisco Solano de Argentina, respondió algunas preguntas que se generaron desde las plataformas virtuales y que complementaron la relevante exposición.