En la eucaristía de las 19:00 horas para pedir por la pronta beatificación de Fray Andresito, el Hermano Nicolás Alfaro, Guardián de la Fraternidad Recoleta Franciscana, animó a todos a ver en esta Navidad el rostro de Jesús en los más pobres y abandonados, al igual que el Venerable lo hizo en su paso por esta tierra. La eucaristía, se desarrolló en el Templo Recoleta Franciscana.

A la luz de las palabras proclamadas, el Hermano Nicolás Alfaro, recordó este 14 de diciembre de manera especial. “Cada uno de nosotros está en el bullicio de lo que es fin de año. Más de alguno preocupado de los tiempos que viven, por comprar algún regalo, por las celebraciones en el trabajo. Tantas realidades que vivimos, pero junto con eso estamos viviendo el Adviento y estamos preparando el corazón para volver a encantarnos con el hermoso regalo que Dios nos hizo hace ya más de 2 mil años”.

A lo anterior, el Guardián de la Fraternidad Recoleta Franciscana añadió. “Jesucristo se encarnó por obra del Espíritu Santo en el vientre de María para dar plenitud al proyecto de Dios que es la salvación de la humanidad para cada uno de nosotros. Por eso este tiempo es una espera gozosa con un toque penitencial, porque para recibir visitas, la casa -que es nuestro corazón- tiene que estar bien dispuesto”, invitó.

Sobre la importancia y trascendencia que tiene el pesebre en la Navidad, manifestó el Hermano Nicolás, que Jesús en el proyecto del Padre quiso venir al mundo en esa realidad pobre y humilde. “En algunas ocasiones, nuestro corazón es un poco ese pesebre de Belén. Muchas veces en la incertidumbre y en situaciones que otros no queremos que vean, Jesús nos invita a que, en este tiempo, preparemos el corazón para que nazca en nuestros corazones, nuestra vida nueva”.

Sobre la proclamación del Evangelio, recordó que todos estamos llamados a reconocer la fe como cristianos. “Conocemos de alguna manera el proyecto que Jesús nos quiere mostrar, que es el proyecto de la cruz y que es el proyecto de Belén, el proyecto del abajamiento para tomarnos a nosotros e identificarnos en la consumación de este proyecto. Mirar la cruz es la entrega de la vida en lo absoluto”, agregó.

En esa línea y exhortando a mirar a Jesucristo en el más abandonado, el también encargado del Comedor del templo, recordó. “Fray Andresito pudo descubrir en el prójimo el rostro de Jesús y se puso hacer vida con cercanía, con alimentos, con curaciones, con palabras de aliento, con enseñanzas. Por eso hay que pedir al Señor por la intercesión de nuestro hermano, y tener un corazón dispuesto en esta Navidad. Y que el bullicio del mundo no nos distraiga del centro de nuestra vida que es Jesús que viene a salvarnos”, clamó.

La eucaristía culminó con la oración de los asistentes, a los pies de la tumba de Fray Andresito, para solicitar los milagros para una pronta beatificación del Venerable, junto con las intenciones de cada uno de ellos para este tiempo de Adviento, Navidad y fin de año.