Este sábado 13 de noviembre a las 19:00 horas, cerca de 20 jóvenes pudieron participar de una Oración Taizé en la Casa San Felipe de Jesús en Santiago Centro. La actividad estuco acompañada por el Coro Taizé San Crecente.
Si bien la pandemia ha frenado un sinfín de actividades presenciales, los jóvenes Franciscanos desde el año pasado, han podido tener diferentes espacios virtuales de oración junto a la Comunidad Taizé y que, con la apertura de fases para este fin de año, pudieron concretar una serie de actividades grupales cumpliendo todos los protocolos sanitarios y cada uno con sus pases de movilidad.
Así, este sábado desde las 19:00 horas, cerca de 20 jóvenes se reunieron en la Casa de Jóvenes San Felipe de Jesús en Santiago Centro, para tener un espacio de contemplación, de silencio y de canto, acompañados por la gracia espiritual que entregan los instrumentos musicales que acompañan al coro San Crecente. Rodeados de velas e íconos, cada uno de los jóvenes tuvo un espacio para poder elevar una oración a Dios por este tiempo tan complejo y por sus necesidades personales.
Camila Carrimán, miembro de la Casa de Jóvenes San Felipe de Jesús señaló sobre la actividad que fue un espacio donde todo llamaba a la oración. “Fue un momento para encontrarse, rezar y que para nosotros se transformó en algo cotidiano. Se valora mucho cada elemento que enriquece la oración Taizé”.
Agrega Camila Carrimán que a pesar de la pandemia y actividades hibridas en pandemia, cada encuentro es una oportunidad para dar gracias a Dios por la vida. “En tiempos de encierro, las actividades eran una especie de oasis virtuales cada vez que nos veíamos. Ahora, se valora mucho más, porque es un espacio físico y concreto donde se puede encontrar con el otro y con Dios. Siempre es una fuente para revitalizar la fe”, analizó.
El Hermano Luis Cisternas, Animador del Cuidado Pastoral Juvenil- Vocacional, extendió los agradecimientos por la nutrida jornada. “Este espacio lo comenzamos el año 2020, los días jueves y en medio de la pandemia. Este año, lo hemos programado para los días sábados como una respuesta a lo que los jóvenes buscan hoy en medio de un mundo tan tecnificado, complejo y agitado. Los jóvenes buscan un trato mucho más directo, espontáneo y menos burocrático con Dios”, advierte.
Agrega el Hermano Luis Cisternas que “la oración Taizé responde, desde lo profundo, porque es una oración sencilla, que integra el silencio y la repetición de una oración, o un texto bíblico o de un Mantra, para ir concentrando cada vez más la atención sólo en Dios. Los jóvenes buscan esto. Ellos necesitan una nueva experiencia como la oración contemplativa. Si la practicamos y ejercitamos, puede ser una respuesta muy interesante”, proyecta.