Salamanca vive y honra Solemnidad de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo

Este domingo 10 de octubre día de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo de Manquehua, se desarrollaron dos misas con una alta participación de fieles del lugar, como de Salamanca y otros lugares. Un grupo folklórico animó el ambiente de los presentes, como también la presentación de bailes chinos y otros grupos de danzantes propios para esta actividad de la Virgen en el norte de nuestro país.

Posteriormente a las 15.30, se dio inicio a la segunda misa presidida por el Hermano Miguel Clavero, la cual contó con la participación del Coro de la comunidad de Chalinga, y con una buena concurrencia de fieles creando un ambiente alegre y festivo.

Terminada la eucaristía y como es la costumbre, se inició la procesión con las imágenes de la Santísima Virgen del Rosario de Andacollo de Manquehua y del Sagrado Corazón de Jesús, hasta el cerro de la Cruz. Llegados al lugar, nuevamente los grupos de bailes chinos y otros danzantes, rindieron sus homenajes a la imagen de la Virgen. Al terminar, el Hermano Miguel Clavero manifestó sus buenos deseos a los fieles que participaron de esta hermosa celebración de fe y devoción a Nuestra Señora del Rosario de Andacollo de Manquehua.

Todo concluyó con la bendición para todos los presentes y animados, pidieron a Dios, volver a reencontrarse el próximo año para un nuevo encuentro.

El Hermano Miguel Clavero, señaló al respecto que “tuvimos una buena participación de fieles, dado que el año pasado por la pandemia no se pudo realizar. Una de las cosas que me llamó la atención fue el espíritu de fe y devoción que vi en mucha gente que participó, ya sea de Salamanca u otros lugares”.

Agregó que “la participación en la vida religiosa y las expresiones religiosas que se dieron en las misas, a través de las representaciones folclóricas y musicales, fueron muy notorias y llamativas. Fue una jornada muy bonita donde se expresó la fe y el amor a la santísima Virgen”, precisó.

Un poco de historia

Esta fiesta comenzó en el año 1944, en un sector de Manquehua llamado “La Sopa”. Allí vivía Don Clodomiro Contreras y su esposa Doña Rosenda Astudillo. Este matrimonio tenla un hijo de 20 años, de nombre Manuel Antonio Contreras Astudillo, el que frecuentemente sufría de unos ataques, cuyo origen desconocían. En una oportunidad en que estaban reunidos le sobrevino el ataque, Don Clodomiro al ver el sufrimiento de su hijo clamó a Dios por la sanación de “Manuelito” como le llamaba el cariñosamente. La familia en ese momento decide hacer una promesa a la Virgen de Andacollo. Esta sería, celebrar todos los años una novena, la que consistiría en: rezar el santo rosario, cantos, letanías y cantos a lo divino, terminando con una fiesta el 12 de octubre a la cual invitarían a los vecinos de los alrededores y a quienes quisieran participar.

Desde ese entonces se comenzó en la casa con mucha fe esta devoción. Y cada 3 de octubre comenzaba la novena y terminaba el 12 con una fiesta con bailes religiosos. Año tras año cumplían la promesa ya que los ataques que sufría Manuelito fueron desapareciendo hasta que ya no volvió a sufrirlos más. Cuando falleció su padre Don Clodomiro, Manuel siguió fielmente cumpliendo con esta promesa ya que él pidió que se continuara con esta devoción y agradecimiento a la Virgen.

En mayo del año 1985, siendo párroco de Salamanca, el Padre Fernando Terweduwe, hizo construir una capillita que pasó a llamarse “Nuestra Señora del Rosario”. El domingo 16 de junio de 1985, se traslada desde la casa de Manuel la imagen de la Virgen a la capilla. Se hace la bendición por el querido P. Fernando en una fiesta inolvidable y así, se sigue esta devoción cada año, aumentando la cantidad de fieles y bailes religiosos que acceden a venerar a Nuestra Señora del Rosario, el 12 de octubre de cada año.

Fiesta parroquial Nuestra Señora del Rosario

El jueves 7 de octubre, en tanto, celebraron la Fiesta patronal, dada la advocación a Nuestra Señora del Rosario que tiene la parroquia. A las 19.30 horas, se llevó a cabo la eucaristía de acción de gracias al Señor por el servicio evangelizador realizado en la ciudad de Salamanca.

Cabe precisar, que a dos años de la creación de la Prelatura de Illapel, el 30 de abril de 1960, la parroquia de Salamanca, Nuestra Señora del Rosario, fue confiada a la Orden Franciscana y en concreto a la delegación de la Provincia de San José de Bélgica. El 5 de agosto de 1962, el padre Pedro Vega, hizo entrega de la parroquia al padre Mateo Nouwen, párroco desde el 5 de agosto de 1962 hasta 1970, y asesorado por el padre Beltrán Coenen como vicario cooperador. Posteriormente, han sido varios los hermanos franciscanos que han servido en Salamanca.