“Pidámosle al Señor poder ser más sensibles a las necesidades de nuestros hermanos”

Con una solemne eucaristía, el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Cristian Castro, recordó a la luz de Fray Andresito, la necesidad urgente de acompañar y asistir a los hermanos migrantes y refugiados que viven situaciones complejas a lo largo de nuestro país.

La tradicional eucaristía, se desarrolló este jueves 14 de octubre, en el Templo Recoleta Franciscana y contó con un número importante de gente que mantuvo todos los cuidados y protocolos sanitarios correspondientes para la ocasión.

Al comienzo de su homilía, el padre Cristian Castro agradeció la oportunidad de estar en la misa del Venerable como cada 14 y rezar por su pronta beatificación. “Cuando uno mira la vida de Fray Andresito, descubre un hombre que vivió de cara al Señor y que lo único que hizo fue facilitar el encuentro de Dios con las personas y de las personas con Dios”, comenzó.

Luego, monseñor Castro, precisó que una parte importante de Fray Andresito la vivió como migrante. “Hoy, esa expresión en nuestro país se vive de manera muy especial, a través de los hermanos que van llegando. Pero no vienen a hacer turismo, vienen porque al igual que Fray Andresito, tuvieron que salir de su tierra por una necesidad, buscando nuevos horizontes”.

A lo anterior, preguntó. “Entonces cómo los acogemos, como los recibimos, qué hacemos con ellos. Tenemos dos actitudes, cerramos las puertas y nos desentendemos, o les abrimos las puertas y los acogemos. El mundo es redondo decimos habitualmente, y todo lo que hacemos o dejamos de hacer, también nos repercute a nosotros. Hoy quizás nuestro país, ha recibido tanta gente de otros países como nunca en la historia, de otras culturas, de otras latitudes y aparece la figura de Fray Andresito para interpelarnos, decirnos y recordarnos que ese es mi hermano. Ese que viene ahí cansado y agotado, ese es mi hermano”, exhortó.

Al cierre, el obispo auxiliar de Santiago animó. “Pidámosle al Señor poder ser más sensibles a las necesidades de nuestros hermanos y mirando el rostro de Fray Andresito, ser semejantes a él y ver la cercanía con el pobre, con el enfermo y hoy principalmente, con el migrante”.

Gracias Fray Andresito

Juan Carlos Frías: “Tengo una manda de por vida con Fray Andresito. Mi hijo que nació el año 91, lo habían desahuciado por un problema inmunológico y necesitaba un trasplante de médula, pero gracias a él hoy está con vida. Todos los días 14 esté o no esté aquí, hago una misa por Fray Andresito.

Ximena Saavedra: “Para mi Fray Andresito lo es todo. Desde que estuve mal, cuando me llevaron al hospital y desde que desperté, porque estuve muerta, lo primero que vi fue la figura de Fray Andresito y allí me encomendé a él. Cuando estoy mal es mi compañero, mi amigo, mi hermano, mi todo. Invito a la gente a que venga. Primero tienen que conocerlo como lo conocí yo para tener esa fe y después le piden”.

Ernestina González: “Fray Andresito es lo más grande, es lo más hermoso. Yo le tengo mucha fe, vengo todos los 14 a misa y yo estoy con un accidente vascular, pero gracias a la fe que le tengo, estoy acá bien. Ojalá que la gente que no lo conoce venga, porque es maravilloso”.