La fe mueve el servicio solidario en San Francisco de Concepción

Con actividades solidarias y espirituales dirigidas a voluntarios y personas en situación de calle, la parroquia San Francisco de Asís de Concepción, celebra el Mes de la Solidaridad y recordó la figura de san Alberto Hurtado como un hombre dedicado al servicio y entrega hacia los más pobres.

La actividad principal y la cual dura todo el mes de agosto, consiste en la campaña “Gorros, guantes y calcetines”, la cual, hasta ahora, ha entregado 60 pack con estos tres elementos tan esenciales a personas de escasos recursos de los diversos sectores que rodean a la parroquia. La iniciativa continua y esperan seguir entregando más gorros, guantes y calcetines a quienes más lo necesiten.

Entorno a la figura de San Alberto Hurtado en tanto, este miércoles 18 de agosto a las 16:30 horas, la capilla “Cristo Rey”, abrió sus puertas para celebrar al santo chileno, a través de una misa con todos los voluntarios del comedor “Teresa de Calcuta” y los servidores de la Pastoral Social.

El Hermano Claudio Salgado, párroco de San Francisco de Asís de Concepción, señaló que gran parte de que se gesten estas actividades es por la fe que se suscita en la gente: La fe es lo que mueve a todos ellos a realizar este servicio, porque hay personas que llevan muchos años colaborando en el comedor, incluso algunos ya son adultos mayores, entonces están todos involucrados ayudando y esperan el día que les toca ayudar. Cuando les toca servir, comparten desde el primer momento, toman desayuno juntos, luego reparten y lavan todo, es decir, comparten en cada momento. Luego almuerzan, por lo tanto, es un momento de encuentro muy valioso para ellos”, explica.

Agrega el párroco: “La fe es lo que les mueve y anima en este servicio, porque son personas muy convencidas y comprometidas en lo que hacen. Nuestro trabajo estaba muy silencioso, entonces esto ayuda a visibilizar las acciones y ahora ellos mismos sacan foto y comparten todas las actividades, y esto ayuda a visibilizar también la Iglesia, porque se ve que no es sólo somos para servir en los sacramentos, sino que también se muestran todas las actividades sociales que se realizan”, relata.

Por último, el Hermano Claudio precisa que un signo importante de comunión que se dio, fue al momento de compartir con las personas que reciben el alimento en el comedor, “ya que pudimos conversar sobre la figura del Padre Hurtado, ellos me prestaron mucha atención, rezamos y lo tomaron con mucho respeto”, agradeció.