Solemne ordenación presbiteral de dos Hermanos Franciscanos

Desde la Fraternidad San Felipe de Jesús en Santiago Centro, Fray Luis Cisternas Aguirre y Fray Felipe Márquez Retamal, por imposición de manos de Monseñor Sergio Pérez de Arce, Obispo de Chillán, recibieron la ordenación sacerdotal este viernes 22 de enero. Dada la contingencia sanitaria, la celebración se realizó sin presencia de fieles, pero contó con una alta participación online desde todo Chile.

Nervios, ansias y emoción. Eso es lo que se apreciaba en los rostros de estos dos Hermanos Franciscanos. La pandemia, que muchas veces coarta planes, esta vez no pudo con este día tan importante para ambos. Fray Luis Cisternas Aguirre y Fray Felipe Márquez Retamal sabían que este es uno de los días más importantes de sus vidas.

Con este ambiente, la misa se desarrolló sin inconvenientes desde la Fraternidad San Felipe de Jesús. Monseñor Sergio Pérez de Arce, quien presidió la misa, destacó en su homilía, la virtud del sacerdocio. “Luis y Felipe son parte del Pueblo de Dios y reciben un ministerio al servicio del Pueblo de Dios. Un pueblo, una Iglesia que por lo demás, irá tomando nuevos y diversos rostros a lo largo de la vida ministerial. Nos ayuda también está austeridad, a centrarnos en lo esencial y no distraernos en lo accesorio. Es evidente que este tiempo eclesial nos plantea exigencias de conversión y de renovación urgentes y verdaderas, pero no debemos olvidar que no estamos ordenando a superhéroes, sino a personas frágiles y con defectos como todos nosotros”.

Luego, dijo que, “Si miramos a Cristo, Él va haciendo un camino constante y progresivo de abajamiento. siendo Dios se hace ser humano y toma la posición social más baja de la época, se hace esclavo (…) quisiera invitarlos a ser sacerdotes profundamente misioneros. Lejos de lamentarnos, esta realidad nos debe llevar a un constante espíritu de búsqueda para dar testimonio del Evangelio en medio de nuestros hermanos. Mirando a San Francisco de Asís desde esta perspectiva, vemos en él una gran radicalidad de fe y amor inmenso de Cristo. Uno de los aspectos que llama la atención en la vida de Francisco, es la presencia de gestos simbólicos y proféticos muy potentes que hablan más que muchas palabras”.

Dentro de los signos de la ordenación, Monseñor Sergio Pérez de Arce y el Ministro Provincial, Isauro Covili, dialogaron positivamente respecto de las aptitudes de ambos para el sacerdocio. Posteriormente, ambos ordenados con voz firme, le dijeron sí al Señor y a su vocación. “Ha sido todo muy significativo para la vida de la Provincia, porque si bien son hermanos que ya se han consagrado definitivamente al Señor -con la Profesión solemne de los Votos y su pertenencia definitiva a la Orden- con respecto a la Iglesia, ahora cualifican también su servicio desde el ministerio sacerdotal que la Iglesia les confiere”, precisó el Hermano Isauro Covili.

Otros momentos que tuco la ordenación y que emocionaron fueron el canto de las Letanías, la imposición de manos, la entrega de los ornamentos por parte de familiares, la unción de óleo en las manos de Luis y Felipe y la entrega del cáliz y la patena.

Voces agradecidas

Fray Luis Cisternas Aguirre (Fraternidad San Felipe de Jesús de Santiago): “Es un tiempo muy desafiante el que viene. Pareciera que muchas veces que en la Iglesia hay un cierto carrerismo, pero este paso- que mal entendido pudiera verse como eso- sin embargo, desde la Vida Franciscana y de nuestra espiritualidad, estamos llamados a servir, a seguir sirviendo, a seguir siendo hermanos en medio del Pueblo. Si bien el Señor nos regala este ministerio de ser sacerdotes, seguimos siendo hermanos y ahí está el desafío permanente”

Fray Felipe Márquez Retamal (Fraternidad San Idelfonso de Chillán): “Veo todo esto como una responsabilidad muy grande, porque uno además se reconoce inmerecidamente con este don. No hay ningún mérito en mí para poder ser sacerdote, sino que es un don de Dios y todo es de Dios, por lo tanto, lo único que hacemos es reconocer ese llamado y lo único que tenemos que hacer nosotros es intentar responder de la manera que Dios nos pide”.