Con una celebración eucarística, Fray Pablo Rojas Vásquez, emitió, este viernes 15 de enero, su primera Profesión Religiosa en la Orden Franciscana. La misa, sin presencia de fieles, fue presidida por el Ministro Provincial, Hermano Isauro Covili desde la Fraternidad San Felipe de Jesús en Santiago Centro. Desde hoy, profesará la regla y vida de los Hermanos Menores por un año.
Con la Primera Profesión, Fray Pablo Rojas Vásquez (33 años y abogado de profesión), comienza un nuevo proceso de fe, ya que es el hito que marca el término del año de Noviciado y desde hoy, se compromete públicamente por medio de los votos religiosos, a vivir por un año en obediencia, sin propio y en castidad.
Recordemos, que los votos en la Orden Franciscana son el vínculo de alianza entre el consagrado y Dios por medio de Iglesia, acción donde el consagrado por medio la profesión religiosa, continuará viviendo un proceso de formación al interior de la casa de formación para seguir nutriendo su vida, historia, afectos y corazón al estilo de Cristo pobre y crucificado.
Entre otros datos, Fray Pablo Rojas Vásquez, ingresó al postulantado de la Provincia Franciscana de la Santísima Trinidad en Rapel de Navidad el año 2018 y al Noviciado Interprovincial del Perú, en 2020.
La fuerza de la vocación y ser discípulo
El Hermano Isauro Covili, en su homilía, recordó que, al inicio del Noviciado, Pablo manifestó que se le ayudará a vivir la vida Franciscana, los valores carismáticos propios de nuestra vida y de nuestra forma de fe. «El Noviciado es una etapa justamente, para conocer, profundizar, experimentar, vivir aquello que Pablo y junto a otros jóvenes en su momento, manifestaron. Después de esta experiencia de conocer valores como la fraternidad, el espíritu de oración y devoción, la dimensión minorística evangelizadora de nuestra vida y que cualifica nuestra forma de estar situados en el mundo, pides ahora también profesar, dar un paso más en este proceso formativo, para seguir viviendo aquello que descubriste y que has podido conocer y profundizar y, sobre todo, aquello que el Señor te invita a vivir”.
Además, precisó que, en esta forma de vida de Francisco, le recordó que “no anula a la persona, pero si la humaniza y la diviniza. Espero que todos juntos podamos renovar la fuerza del Evangelio, en este deseo de mirar la realidad y el tiempo que vivimos en profundidad, de descubrir que el camino del Evangelio y del anuncio de Jesucristo está en el corazón y en el centro de nuestra vida Franciscana y en ello, saber abrazar siempre a lo sencillo de este mundo”.
Al cierre de su exhortación, pidió que “el camino que emprendes te regale felicidad, alegría y paz en tu corazón y quiénes somos testigos de esta celebración, nos alegramos por ello, pero también es un desafío para cada uno de nosotros, de renovarnos en el camino del Evangelio, no desde el hacer muchas cosas, sino del Evangelio de compartir, de comunicar, de regalar y de ofrecer como camino de plenitud de vida para el hombre y la mujer de este tiempo, el coraje de Francisco”.
En sus palabras de agradecimiento, Fray Pablo Rojas Vásquez, dijo que “este momento ha sido muy lindo, porque ha sido un caminar de tres años. Yo era abogado y nunca pensé que el Señor me iba a llamar en la Recoleta Franciscana en medio de los pobres. Ha sido todo un caminar que me ha llenado de mucha alegría y de conocer muchos lugares y personas como Rapel, Lima Ocopa en Perú y finalmente Moche donde viví mi noviciado. Veo todo con mucha gratitud del Señor”.
Cecilia Rojas Vásquez, hermana de Pablo, también tuvo palabras para describir tan bello momento: “Todo ha sido muy emocionante. De niño tuvo una aspiración religiosa y me siento muy orgullosa de que en estos tiempos difíciles quiera seguir a Jesús. Lo tomamos con mucho orgullo, ya que somos una familia católica, porque es algo muy diferente a lo que buscan los jóvenes de hoy”.
Parte de los signos más significativos que recibió el Hermano Pablo fueron:
Tras la proclamación del Evangelio, se leyó la Profesión por parte del Ministro Isauro Covili y se escuchó el ¡sí, quiero! del Hermano Pablo, junto con la petición de misericordia del Señor, momento en que se le invita a vivir en obediencia a la luz de Dios, la Virgen y el ejemplo de San Francisco.
Posteriormente, tras la homilía, el Hermano Pablo de rodillas, hizo voto con fe y voluntad, de vivir por un año en obediencia, sin propio y en castidad.
Por último, de manos del Hermano Isauro Covili, recibió el hábito, la cuerda y el libro de la Regla como forma de vida.