Bajo estrictas medidas de higiene, el tradicional comedor solidario ubicado en Recoleta, inició su reapertura siempre pensando en los más pobres y abandonados de la sociedad. Abrirá sus puertas de lunes a viernes al mediodía y con 100 colaciones por día. La ayuda de bienhechores es clave en esta etapa.
Cumpliendo con todos los protocolos sanitarios y la distancia social para evitar contagios. Esa es la clave de esta reapertura que comenzó el pasado 5 de octubre y que tiene muy contentos a usuarios como a servidores de este comedor histórico que ha aliviado el dolor de los pobres entre los más pobres.
Con medio siglo de historia, y bajo el nombre de Fray Andresito -en honor a este siervo de Dios que recorría Santiago recolectando ayuda y brindando curaciones hasta que murió en el 1853- reabre con nuevas medidas sanitarias debido a la pandemia.
Mario Cruz Plaza de 32 años, quien vive en situación de calle manifiesta que la reapertura del comedor es muy importante, ya que “podemos llegar todos los días a buscar comida en este lugar. Muchas personas nos han olvidado a nosotros y a los extranjeros desde el estallido social en adelante. Gracias a Dios ha sido la permanencia de la Iglesia la que nos permite poder alimentarnos día a día”.
Alegría que también manifiesta el Hermano Nicolás Alfaro, Secretario Provincial: “Hemos podido abrir nuevamente los 5 días. Ante esta pandemia tan difícil para este tiempo, queremos hacer vida el amor de Jesús que se manifiesta a través del cariño de Fray Andrés por los más pobres”, explica.
Sin embargo, la realidad del comedor también cambió. Los recursos disminuyeron y la ayuda de los benefactores resulta clave para retomar el orden que tuvo siempre este importante lugar de ayuda social: “Para que este comedor pueda seguir funcionando necesitamos de tu ayuda generosa. La solidaridad de Jesús que se hace vida a través de tu ayuda. Para eso, te invitamos a que puedas acercarte a nuestra oficina del convento a traer tu ayuda generosa para que el comedor pueda seguir funcionando, llevando el amor, el cariño, la solidaridad al más pobre de nuestro tiempo”, agrega el Hermano Nicolás Alfaro.
Joaquín Muñoz Maulén de 62 años, cree que la realidad de la tercera edad es muy compleja y por eso es clave ayudar: “No tenemos casa donde ir a comer, dormir o tomarse algo caliente en invierno. Por eso pido a la gente que se ponga la mano en el corazón. Si yo fuera rico daría la vida por ayudarlos”.
Lo que no ha cambiado son las ganas de ayudar. Para la señora Gloria Gallardo la reapertura es motivo de celebraciones: “Para mí es una labor muy importante y significativa, porque yo percibo dentro de mi corazón que de esta manera estoy atendiendo al Señor, obedezco al Señor en lo que Él me está pidiendo. En este momento son muchas las personas que tienen carencias y los comedores franciscanos están siempre preocupadas de los que no tienen”. Sobre la ayuda de terceros, agrega que “necesitamos de la ayuda urgente, ya que cada día tenemos más personas en las filas Qué bueno sería que las personas se puedan poner la mano en el corazón y nos puedan colaborar”.
Todos pueden ser parte del Comedor Solidario Fray Andresito. Tu ayuda la puedes canalizar a través de la Cuenta Banco BCI n° 12481025, Convento Recoleta Franciscana (70.287.217-0)