“No es tiempo para el miedo, a pesar de nuestros pecados como Iglesia”

A tres semanas del inicio del movimiento social, el provincial de la Orden Franciscana, Isauro Covili, hizo un llamado a “seguir trabajando por la paz, que tiene como rostro el diálogo, el encuentro, la justicia y la verdad”.

Al comenzar su mensaje, el hermano Isauro se refirió al actual contexto social “como un tiempo de movilización” que busca  hacer presente diversas demandas que “son tan importantes y vitales para que nuestro pueblo de Chile tenga mejor vida, mejor justicia, más alegría para vivir, mayor igualdad y menos inequidad, y que han sido postergadas durante tanto tiempo”.

Para ello, hizo llamado a la comunidad a “seguir trabajando por la paz, que tiene como rostro el diálogo, el encuentro, la justicia y la verdad. Quiero invitar también a intensificar nuestros tiempos de oración y de contemplación de Jesús de Nazaret, que lo podemos reconocer no solamente en el Santísimo, en los espacios de oración que nos damos, sino que también en los rostros de tantos hombres y mujeres que han sufrido durante su vida y en este tiempo también” expresó.

Posteriormente, el provincial hizo una invitación a abandonar el camino de la destrucción y la enemistad para sumarse a las manifestaciones pacíficas. “Destruir no construye, es una contradicción respecto a lo que queremos. Si queremos un Chile más justo, más igualitario, con mayor equidad, donde los adultos mayores sean más resguardados en su vida y sus derechos, destruir la ciudad es una contradicción”, afirmó.

Al continuar, el hermano invitó a las presencias franciscanas de todo el país a abrir sus espacios para el diálogo, a través de experiencias como los cabildos: “Que sean espacios donde la comunidad piense, reflexione sobre el momento y a la vez sobre el país que queremos, sobre el Chile que queremos. Invito a todas las autoridades públicas, desde el gobierno, el presidente, desde la Cámara de Diputados, de Senadores donde la atención del pueblo también se ha pasado de estos espacios”.

Sobre el rol de la familia franciscana en el actual contexto social, el provincial expresó: “Que sea tiempo en que los franciscanos estemos junto a los sencillos y al pueblo que camina de pie, que nuestras comunidades se atrevan a reflexionar y a mirar en profundidad teologalmente este tiempo que nos asiste. No es tiempo para la mudez, para estar en silencio, para encerrarnos. No es tiempo para el miedo, a pesar de nuestros pecados como Iglesia, a pesar de todo lo que hemos vivido en términos de los abusos. A pesar de que la población y muchos no nos crean y han dejado de creer en la Iglesia. Sin embargo los invito a salir, a caminar a abrir los espacios, a que demos  testimonio los franciscanos y toda la Iglesia nuevamente, con un renovado espíritu de nuestra fe y nuestra confianza en Jesús de Nazaret”, agregó.

El mensaje del hermano, culminó con una invitación a la paz, diálogo, oración y entendimiento, basando los pactos sociales en “la justicia, la fraternidad y el respeto de unos por otros”.