Del 7 al 14 de julio, nosotros, Frailes Menores que llevamos menos de 10 años de profesión solemne (“Under Ten”), venidos de todo el mundo con ocasión del V Capítulo Under Ten OFM, nos hemos reunido en Taizé, Francia, para reflexionar sobre el tema “Frailes en diálogo”.
Esta celebración se ha enriquecido con la participación de 181 frailes menores (representando a cinco continentes, 15 conferencias de la Orden, 86 entidades, 52 nacionalidades), junto al Ministro General Michael Perry, su vicario, definidores y los miembros del comité organizador. Para darle más riqueza a esta celebración, nos acompañó la gran comunidad de Taizé, que ha acogido al mismo tiempo a los frailes y a más de 2000 personas llegadas de todos los rincones del mundo.
El tema del capítulo fue “Frailes en diálogo”, y se propuso su desarrollo a lo largo de tres momentos de reflexión: pre-Capítulo, Capítulo y post-Capítulo.
Como conclusión de este tiempo extraordinario de gracia, sin duda pueden realizarse las siguientes observaciones sobre el tema de los “Frailes en diálogo”, que pueden servir para futuras perspectivas:
1. El diálogo resulta ahora esencial para la coexistencia pacífica. El entorno en el que nos encontramos, la comunidad de Taizé, nos proporciona un contexto concreto para cultivar la confianza y la amistad. Ejemplos como este nos llaman a realizar una evaluación periódica de nuestras ideas concebidas previamente.
Basándonos en las conversaciones que hemos mantenido esta semana, se destacaron los siguientes aspectos. El Ministro General hizo hincapié en que, en la vida del hermano menor, el diálogo supone una vocación a la fraternidad: que es amor a Dios, amor al prójimo y amor a toda la Creación. Contemplando la Trinidad, entramos en relación y en comunidad, algo que forma parte de nuestro ADN. En su presentación insistió en la calidad del diálogo fraterno como una cuestión central que reclama la búsqueda de fórmulas creativas para hacer frente a las crisis. El Prior de Taizé destacó que reconocer los propios límites personales es un primer paso hacia el diálogo. Si estamos bien arraigados en nuestra propia fe como seguidores de Cristo, no debemos tener miedo al diálogo con los otros, al tiempo que tendremos más cuidado para no reducirlos a nuestras propias categorías. El Secretario General para la Formación y Estudios, en su reflexión acerca del modelo de diálogo que ofrecieron san Francisco de Asís y la primera Fraternidad franciscana, destacó la importancia que tiene asumir los conflictos como una parte inevitable de cualquier proceso de diálogo. Animó a los frailes jóvenes congregados en Taizé a enriquecerse con las experiencias de los frailes de las entidades que están viviendo las situaciones de diálogo sin ninguna posibilidad de elección.
Nuestros hermanos franciscanos vivieron en esta colina de Taizé de 1964 a 1972, y estando aquí sentimos que este es un lugar de gracia que facilita el diálogo con Cristo en la oración y la alabanza, y al mismo tiempo el diálogo con el mundo, y de manera especial con creyentes de otras religiones. Escuchando y acompañando al Pueblo de Dios, los hermanos de la comunidad son testigos del camino ecuménico y de la búsqueda de la unidad.
2. Como Frailes Menores, contamos con una rica tradición de diálogo y de apertura, que arrancan de san Francisco y de su diálogo con el Sultán de Egipto Al Malik al Kamal (1219). Los hermanos “Under Ten” de todo el mundo aquí reunidos hemos sido testigos y hemos cultivado esta tradición escuchando y compartiendo nuestras ideas y opiniones en diferentes grupos lingüísticos. Una vez que uno sabe que el diálogo se inicia dentro de nuestro propio corazón, para empezar se necesita escuchar y aceptar a los demás sin prejuicios y sin miedos, en medio de esta sociedad que cambia tan rápidamente por el desarrollo tecnológico. Al mismo tiempo, en este proceso de apertura, en la vida fraterna deben ser confrontados los diferentes desafíos que nos presentan la diversidad social y cultural, las tensiones entre el mundo real y el virtual, las brechas generacionales, el individualismo…
Nosotros, como Frailes Menores, declaramos:
Que siendo conscientes de la enorme dificultad que existe para el diálogo y la apertura en nuestro mundo, donde están presentes las tentaciones del odio, la división, la violencia y del afán de superioridad, somos capaces de aprender, a través de nuestra experiencia aquí en Taizé, y también de la rica tradición que tenemos los frailes menores, a cultivar momentos concretos de diálogo, apertura, tolerancia y aceptación. Podemos ver al otro no como una amenaza para nuestra existencia, sino como una fuente de riqueza. Hemos profesado llevar y comunicar esta experiencia al asumir como forma de vida los valores evangélicos siguiendo las huellas de San Francisco de Asís.
Nosotros, los frailes que nos hemos reunido en el V Capítulo Under Ten OFM, en primer lugar queremos dar gracias al Todopoderoso porque nos guía y nos ilumina de innumerables maneras, a través de la poderosa intercesión de María Inmaculada. Queremos darle las gracias a nuestro Ministro General Michael Perry, que ha convocado este capítulo, y a su Definitorio, al comité organizador, a los frailes de la provincia de Francia y de todas las provincias que han realizado un esfuerzo extra para enviar delegados a este capítulo. Y, por último, pero no menos importante, agradecemos a la comunidad de Taizé por su hospitalidad y amistad que han hecho extensivas a cada uno de nosotros.
¡Paz y Bien!
Vuestros hermanos “Under Ten” junto al Ministro General y su Definitorio
Taizé, 13 de julio de 2019