De la celebración participaron autoridades educativas y administrativas de la zona, además del fraile Gonzalo Collipal, responsable del fondo económico de las obras de la maestra.
Hasta la iglesia patrimonial llegaron cientos de fieles para conmemorar los 130 años del natalicio de la poetisa, recordando su legado literario, cultural y social. La solemnidad comenzó con una oración, continuó con un acto cívico, una romería hasta donde descansan sus restos y culminó con la visita a la casa donde pasó parte de su vida.
Pese a que Mistral nació en Vicuña, Montegrande era su “amado pueblo”, el lugar donde vivió su infancia y el cual consideraba su ciudad natal. Por ello, al elaborar su testamento, cedió la administración económica de sus obras a la Orden Franciscana- dada su gran cercanía con la fraternidad y la figura de San Francisco- estipulando que dichos recursos debían ir en directo beneficios de los niños de la zona.
“Todos los dineros que se me deban o que provengan de la venta de mis obras literarias en la América del Sur, se los lego a los niños pobres del pueblo de Montegrande, Valle del Elqui”, manifestaba el documento.
Para hacer cumplimiento de sus deseos, el hermano Gonzalo Collipal, quien en el mes de enero asumió la responsabilidad de la administración del “Fondo Franciscano Gabriela Mistral”, viajó hasta la localidad, para ser parte de las celebraciones y compartir con la comunidad y los representantes de las instituciones a cargo del desarrollo académico y social de los menores.
“El objetivo principal de estos encuentros, fue conocer la realidad de la zona, la realidad de los niños y estrechar lazos con las instituciones que trabajan con ellos, para así ver cómo podemos gestionar de mejor manera los aportes y continuar haciendo valer el testamento de la poetisa”, expresó el hermano.
En la Escuela Gabriela Mistral, que atiende a más de doscientos niños de pre-kinder a octavo básico, la educación de los menores tiene un “marcado sello mistraliano, basado en el respeto, amor, solidaridad, empatía y trabajo”, explicó su director, Marcos Carreño. Agregó que “nuestra lectura silenciosa sostenida, nuestro plan lector, se basa en la obra y vida de nuestra poetisa; el proyecto de mejoramiento educativo y el perfil docente están sustentados su figura y su tremendo aporte pedagógico. Es decir, vivimos y hacemos carne el sentido que se desprende del nombre de nuestra querida escuela”.
Legado que también se vive en el jardín infantil de Montegrande, donde las doce niñas que asisten diariamente, cantan y recitan los poemas de Mistral. “Nosotros como equipo pedagógico trabajamos presentándoles el trabajo de la poetisa, a través de vídeos, imágenes, y visitas que realizamos a su casa y otros lugares referidos a ella”, comentó Melissa Verdugo, directora del establecimiento.
Apoyar el desarrollo de labores educativas y culturales como éstas, será posible gracias al fondo. “Hemos acordado que los responsables de cada organización nos harán llegar una propuesta sobre las necesidades de cada uno de los lugares. Tras ello, veremos la factibilidad y luego gestionaremos la entrega para el segundo semestre de este año”, afirmó el hermano Collipal.
Con ello, el deseo de la Premio Nobel de Literatura de Chile será consumado una vez más, contribuyendo directamente en el bienestar de más de doscientos niños y niñas de la zona.