Con una solemne procesión y eucaristía precedida por Mons. Guillermo Vera Soto, se celebró el día de San Antonio de Padua junto a toda la Diócesis de Iquique.
El 13 de junio la Iglesia católica celebra a uno de los santos más conocidos y venerados en el mundo, San Antonio de Padua, a quien según la tradición, se le invoca para hallar objetos perdidos.
Si bien la fiesta es el día trece de junio, la Parroquia de San Antonio comenzó las celebraciones mucho antes, con charlas patrimoniales, novenas, talleres y hasta noches de películas, para finalizar con una solemne procesión.
Con mucha devoción y fe, la comunidad comenzó la procesión junto a imagen de San Antonio, y el Santísimo Sacramento, para luego finalizar dentro de la parroquia con la eucaristía precisada por el obispo de la diócesis, Guillermo Vera.
Con cantos, oraciones y agradecimientos de los fieles por los favores concedidos, fue recibido en el Santo a eso de las 20:00 por toda la comunidad.
Al finalizar la celebración, se generó un ambiente de compartir donde todos los presentes pudieron disfrutar de un chocolate caliente. Sacerdotes, religiosas y distintos agentes pastorales, encabezaron el cierre de esta gran fiesta patronal.
San Antonio de Padua, el Santo de los objetos perdidos
Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo nació en Lisboa, Portugal, en 1195; a los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín, pero diez años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos donde a los 25 años adoptó el nombre de Antonio.
Tenía voz clara y fuerte, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento, el espíritu de profecía y un extraordinario don de milagros. Su fama de obrar actos prodigiosos nunca ha disminuido y aún en la actualidad es reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos.
El Papa Gregorio IX lo canonizó menos de un año después de su muerte en Pentecostés el 30 de Mayo de 1232.
A San Antonio se le invoca para encontrar objetos perdidos tal vez porque cierto día un novicio huyó del convento con un salterio que usaba el Santo. San Antonio oró para recuperar su libro y el novicio se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar y devolver lo robado.
Se dice que en una ocasión, mientras oraba, se le apareció el niño Jesús y lo sostuvo en sus brazos. Muchos fieles acuden a San Antonio para que interceda para hallar un buen esposo o esposa. Es patrono de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.