“Yo les haría un llamado a todos, sin excepción, a católicos a los no católicos; a todos los amigos y amigas de Osorno; y muy particularmente a los católicos, a poner de cada uno lo mejor de sí para colaborar y empeñarnos en construir vínculos de comunión, de unidad, de amistad. Eso es bueno para cada uno, es bueno para la comunidad católica, pero en general es bueno para toda la sociedad”.