Cada sábado del Mes de María, tanto la comunidad de la sede parroquial como la comunidad de la capilla San Felipe de Jesús, dieron testimonio por las calles del barrio de su cariño y devoción a la Santísima Virgen María con el rezo del tradicional Rosario del Alba.
Los distintos grupos de la parroquia (Catequesis, OFS, Semilla de Vida, entre otros) asumieron la responsabilidad del rezo del Rosario y la preparación del desayuno fraterno que se compartía finalizada la celebración eucarística.
Fue una ocasión propicia para acoger y poner en práctica la invitación constante que nos hace el Papa Francisco: “”quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle”.