El día 15 de diciembre en la fraternidad de La Cisterna en la Parroquia San Francisco de Asís, el hno. Felipe Márquez, ofm., ha sido instituido con los Ministerios de Lectorado y Acolitado.
Estos Ministerios laicales, son una invitación a servir a Dios al interior de la Iglesia, por medio de la lectura orante de la Palabra y el servicio en la Liturgia.
Junto con ello, estos Ministerios se entregan como parte del discernimiento vocacional en vista a la ordenación diaconal.
En esta oportunidad los Ministerios fueron conferidos por Fr. Isauro Covili,ofm., Ministro provincial de la Orden en Chile y acompañado por hermanos de la fraternidad de La Cisterna, Alameda y Angol.
Fr. Felipe es hijo de Ernesto y Edelmira, nació en Rancagua el 10 de agosto de 1982, ingreso al noviciado de la Orden de Hermanos Menores el 17 de Julio de 2008 y emitió su profesión simple el 12 de julio de 2009 y la solemne el 06 de Marzo de 2015 y actualmente reside en nuestra fraternidad de San Francisco de La Cisterna.
Compartimos con uds. la homilia de Fr. Isauro Covili, Ministro provincial por motivo de esta celebración:
«Queridos hermanos y hermanas:
Nos reunimos en el Señor con gran alegría para para instituir a Felipe con los ministerios de acólito y lector.
Nos hacemos comunidad como Iglesia y en Eucaristía, siendo este el ámbito más adecuado para recibir estos ministerios, ya que son para servir a la Comunidad. Ministerios que te harán participar, Felipe, de un modo especial en la celebración de la Misa. La misión de ayudar al sacerdote, al diácono para preparar el altar y dar la comunión.
Ser acólito y lector, es un servicio, pero a la vez te posibilita entrar más profundamente en el misterio Pascual de Cristo y en las acciones que te teca vivir. Que sea un ofrecimiento a la Comunidad y con la Comunidad y con ella formar un solo cuerpo, tal como lo señala el Concilio Vaticano II, servir a la Iglesia, que es Cuerpo de Cristo.
Que tengas una preocupación especial para con los necesitados, enfermos para llevarles la comunión y vivir lo que Jesús nos enseñó: ámense unos a otros como yo los he amado.
La lectura del evangelio que hemos escuchado, subrayo dos pensamientos:
- Cuando Mateo habla de Juan el Bautista… se está dirigiendo directa o indirectamente a la comunidad de discípulos que eran fieles a la memoria de su profeta…pero no lograban integrarse del todo a la comunidad cristiana… seguramente porque la idea de ellos no coincidida con la forma mesiánica que fue Jesús….
- Con que compararé a esta generación….. parece que la indiferencia es una realidad…. Tiene que ver con la falta de fe… o sencillamente no creen ni acogen…ni escuchan… ni aceptan a Jesús y su palabra. Jesús se queja de la falta de coherencia… se consideran sabios (fariseos, escribas…autoridades…lideres…) pero son como niños
- En el texto se menciona a Juan el Bautista… está en la cárcel… envió a discípulos para preguntarle si era el que ha de venir o hay que esperar a otro…. Jesús le responde… cuéntenle a Juna lo que han visto y oído…. lo que ya antes había manifestado en la sinagoga de Nazaret… ciegos ven, cojos caminan, leprosos quedan limpios, sordos oyen, pobres reciben la buena nueva del Reino
- Los prejuicios… un conocimiento errado de la persona… Juan… endemoniado…. Jesús come y bebe…. Nos puede pasar… nos ocurre….
Felipe que el Señor te de la gracia para vivir al servicio de la Palabra y acompañando a las personas…. Desde los prejuicios, reducciones… no se puede acompañar… si fuese así… hay que hacer camino de purificación y que el Señor te libere para acompañar con el corazón del Señor.
Nos quedamos en los prejuicios… en el aro… el tatuaje… y no vemos a la persona… su humanidad, dolores…necesidades….
Ministerios: Para caminar con la Iglesia, para caminar con la fraternidad, para caminar con los pobres y para caminar con los jóvenes y migrantes.»