La Iglesia de San Francisco de la Alameda en Santiago de Chile, se ha transformado en todo un hito religioso y cultural, no solo por ser testigo de las grandes transformaciones que la ciudad a vivido, sino que a lo largo de sus 399 años de presencia en medio de Santiago ha sido un testimonio visible de la espiritualidad franciscana en la vida de toda la comunidad que vive en esta gran ciudad.
El templo de San Francisco de la Alameda fue terminado de construir el 23 de Septiembre de 1618. Cabe señalar, que los primeros religiosos franciscanos llegan en 1553 y la provincia Franciscana de la Santísima Trinidad se funda en 1565, provincia que se conserva hasta nuestros días.
La Iglesia de San Francisco de la Alameda, es el hito fundacional de la presencia franciscana en Chile, fue construida con piedras de cantera del Cerro Blanco y ha soportado los grandes temblores y terremotos que la ciudad a vivido. Muchos investigadores han puesto su mirada en su estructura y construcción, generando un espacio de conocimiento y saber para las nuevas formas de edificación y construcción.
Con ello, el templo de San Francisco, recoge lo más intimo de la espiritualidad franciscana, es decir, una casa abierta para todos aquellos que desean tener un encuentro personal con Dios, por medio de la oración, la confesión, la eucaristía o en el silencio de la oración. Por lo cual, nuestro templo se ha transformado en un espacio vivo de espiritualidad que es reconocido por muchos agentes de la cultura y la sociedad.
Nuestro templo ha recibido la visita de grandes personas como por ejemplo: los Reyes de España, el Dalai Lama, además, alberga la Virgen del Socorro que trajo Don Pedro de Valdivia y en el interior de la Iglesia se encuentran sepultados: el Sr. Joaquín Toesca, constructor del Palacio de Gobierno y de la actual torre de la Iglesia y Doña Marina de Gaete, esposa de Don Pedro de Valdivia. Junto con ello, se realizaron los funerales de dirigente sindical chileno Clotario Blest.
Al ser un patrimonio vivo de la ciudad, que continua manteniendo su función por lo cual fue construido, nos recuerda la importancia de preservar el patrimonio religioso-cultural que hoy acompaña nuestra sociedad. La Iglesia de San Francisco se encuentra en el corazón de la ciudad de Santiago, al ser testigo de las alegrías y de las esperanzas de todos aquellos que viven en esta gran ciudad.