Hogar San Francisco de Asís en Castro cumple 46 años acogiendo y cuidando a los adultos mayores

En medio de un paisaje sureño de verdes intensos, cielos grises y el característico frío del sur chileno, el Hogar de Ancianos San Francisco de Asís, obra de los Hermanos Franciscanos de Chile, celebró con emoción sus 46 años de servicio cristiano y fraterno a los adultos mayores de la ciudad de Castro.

Por Enrique Astudillo Baeza, periodista

Fundado bajo los pilares de acoger, cuidar y proteger, este hogar se ha convertido en un verdadero refugio de calidez humana y espiritual en una sociedad que, muchas veces, prioriza lo individual por sobre lo comunitario. Aquí, los adultos mayores no solo encuentran un techo y atención, sino también cariño, compañía y, sobre todo, una vida digna sostenida por la fe.

El ambiente fue festivo y familiar, donde no faltaron las muestras de amor. “Siempre es importante hacer memoria agradecida de este espacio de hospitalidad, ternura y solidaridad que ha albergado a tantos adultos mayores de la provincia y que nació gracias a la compromiso solidario de un grupo de laicos y la visión de fray Marcos Gallardo un día como hoy de 1979”, recordó Valentina Cárdenas, trabajadora social y directora del hogar.

El Hogar San Francisco de Asís no es solo una obra social, sino un testimonio de Dios concreto. En esa línea, Valentina afirma. “El rol del Hogar San Francisco de Asís de la cuidad de Castro desde sus orígenes ha sido fundamental, ya que tanto antes como hoy sigue siendo la brújula y referente en cuanto al cuidado del adulto mayor vulnerado en la zona”.

A lo anterior, su directora añade. “Como residencia geriátrica estamos profundamente agradecidos de la solidaridad de la comunidad ya que es ella quien ha permitido que siga aún asistiendo y cuidando la fragilidad de la vida en su ocaso”.

Finalmente, Valentina Cárdenas no puede dejar de agradecer a todos quienes han hecho posible este sueño en medio de Castro y que en Dios, desea que siga dando frutos. “Invito a todos a ser participe de esta bella obra que dignifica la vida y que abraza la vulnerabilidad y por sobre todo, que muestra la belleza del creador a través del servicio alegre y amoroso”.

46 años de su fundación, este hogar Franciscano, que acoge a 35 usuarios en la actualidad y 26 funcionarios a su disposición, sigue siendo una luz encendida de Dios en la isla grande de Chiloé, mostrando que la verdadera civilización se mide por cómo trata a sus adultos mayores