
En Santa María de los Ángeles, Asís, se llevó a cabo el Congreso Internacional de Eremitorios Franciscanos OFM, organizado por la Comisión de Oración y Devoción de la Orden, del 7 al 12 de octubre de 2023.
En el encuentro participaron 27 hermanos representando 21 fraternidades (11 de Europa, 7 del continente americano, 1 de Corea, 1 de Togo y 1 de Tierra Santa) no solo de eremitorios sino también casas de oración.
El primer día de trabajo fue introducido por Madre Cristiana Mondonico, osc, que meditó sobre la invitación dirigida a Francisco por el Señor a reparar su “casa” y no su iglesia: la vida de los hermanos, los diversos discernimientos, deben tener como fin la creación de “recogimiento”, según Madre Cristiana; una vida en la que se busque “antes que nada” el Reino de Dios y su justicia, a través de la “reparación de la casa del corazón”. La contemplación es entrar en la casa del corazón, en la que hay una batalla: hay quien la destruye y quien la repara.
A continuación, Fr. Paolo Zampollini (Presidente de la Comisión Espíritu y Oración OFM) invitó a los hermanos a orar sobre el pasaje de Marta y María (Lc 10, 38-42), ayudando a comprender el significado de la cita de este pasaje en la Regla para los eremitorios. A continuación, Fr. Darko Tepert OFM, Secretario General para la Formación y los Estudios, Fr. Francisco Gómez Vargas OFM, Secretario General para las Misiones y la Evangelización, Fr. Daniel Nicolas R. Blanco OFM, Director de la Oficina General para la Justicia, la Paz e Integridad de la Creación, presentaron las actividades de sus oficinas, destacando cómo los hermanos que viven en eremitorios pueden contribuir a ellas.
En los días siguientes, las actividades continuaron entre momentos de escucha mutua y momentos de oración individual o comunitaria en los lugares más queridos por San Francisco. Antes de la llegada del Ministro general, Fr. Massimo Fusarelli, OFM, los hermanos, divididos en grupos de trabajo, reflexionaron sobre algunas cuestiones que les había planteado la Comisión: ¿Qué llamada del Señor representa vivir en un eremitorio dentro de la vocación franciscana? ¿Cómo poner la experiencia de la vida contemplativa al servicio de todos los hermanos de la Orden?
El resumen de las respuestas, presentado a Fr. Massimo, mostró que el vivir en un eremitorio es, ante todo, una respuesta a la llamada de Dios. También se puso de manifiesto la gran riqueza, vitalidad, creatividad y variedad de la vida en los eremitorios y casas de oración. Finalmente, se hicieron algunas propuestas al Ministro: repetir cada tres años el encuentro de los hermanos que viven en eremitorios de todo el mundo; organizar encuentros anuales de dos-tres días en las respectivas Conferencias o áreas geográficas; fomentar un conocimiento real de los eremitorios franciscanos por parte de todos los hermanos de la Orden con diversas iniciativas.
Comenzando con la liturgia del día y pasando a la lectura de la Rb X, del Testamento de Siena y de la misma REr, el Ministro general dio importantes pistas sobre cómo continuar el camino en cada uno de los eremitorios, de igual manera señaló cómo continuar el camino de conocimiento y comunión emprendido en este encuentro y cómo ponerlo al servicio de la Orden. En particular, subrayó que tener el “espíritu del Señor” está en el corazón del carisma franciscano por lo que se necesitan lugares y espacios, como los eremitorios, para cultivar este necesario “cuidado del corazón”. Sólo así, dijo Fr. Massimo, podemos alcanzar el corazón de la vida franciscana, que es “hacer de nuestra vida una alabanza a Dios, ser capaces de decir gracias a Dios porque es el Altísimo”.
El encuentro concluyó el 12 de octubre con la celebración de la eucaristía, presidida por el Ministro general en la Basílica de Santa María de los Ángeles, junto con toda la comunidad de la Porciúncula.