Las Vísperas de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, fueron ocasión para celebrar, este lunes 14 de agosto, la segunda eucaristía por la pronta beatificación de Fray Andresito a las 17:00 horas. Como es habitual, la celebración eucarística se desarrolló en el Templo Recoleta Franciscana y fue presidida por el Hermano Luis Mauricio Aravena, ofm.
Por Enrique Astudillo Baeza, periodista
En su homilía, el Hermano Luis Mauricio Aravena, ofm, recordó la importancia de la Madre de Dios para la vida de Jesús y de Fray Andresito. “Ese hijo de Dios es para nosotros, salvador y redentor. María siendo la Madre de Dios, se pone a disposición del seguimiento de Jesús. Por eso la Virgen es para nosotros un modelo de nuestra vida de fe. Mirando a la Virgen María, entendemos un modelo de cómo seguir a Jesús y cómo entrar en la comunión con Dios. Por eso María siempre nos tiene que decir algo en nuestras vidas”, exhortó.
En esta relación de la Virgen María con Jesús, el Hermano Luis Mauricio, también se dio el tiempo de reflexionar sobre la figura del Venerable. “Fray Andresito amó a María intensamente, reconociéndola como nosotros lo hacemos, es decir, como la Madre de Jesús. Él tuvo una hermosa y profunda devoción, rezándole siempre con palabras sencillas, al igual que ustedes y yo lo hacemos cuando nos dirigimos a Ella, viéndola como es, como la Madre de Jesús y Madre nuestra. Ella siempre nos invita a estar con su hijo Jesús”, animó.
Respeto de la celebración que la Iglesia realiza en el mundo, por medio de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, el Hermano Luis Mauricio Aravena, ofm, explicó. “Esto que le acontece a la Virgen María, también a nosotros nos va a acontecer en algún momento de nuestra vida. Por eso el camino de la fe debemos hacerlo siempre con convicción, con gozo, con entrega. Todos estamos invitados a hacer el camino que ya otros han hecho: el camino de los santos, el camino de la Santísima Virgen María, quienes, poniéndose a disposición de Jesús, también gozarán de la gloria de la eternidad, así como Fray Andresito”.
Por último, y en la línea de lo anterior, el Hermano Luis Mauricio invitó a los asistentes a poner los ojos en Jesús y dejarse conducir por su fidelidad y misericordia en medio de sus quehaceres diarios, tal como lo hizo el Venerable en su paso por la tierra y por Chile. “Fray Andresito nos ayuda a hacer este camino con amor y nos recuerda que nunca estamos solos”, cerró.
La segunda eucaristía por la pronta beatificación de Fray Andresito concluyó con la oración habitual en la tumba del Venerable, momento que también sirvió para poner las intenciones personales que llevaban los asistentes a la misa.