El amor a la Virgen María de una manera novedosa y llena de gracia

Como una manera diferente de vivir el Mes de María en medio de la isla y de sus fieles, la parroquia Apóstol Santiago de Castro decidió innovar con el “Rosario Nocturno”. La idea sirvió para renovar la forma de hacer pastoral y también de actualizar de manera creativa, su forma de evangelizar. Conoce los días y cómo los fieles de la región más austral de Chile le agradecen a la Madre de Dios todo su amor y cariño.

Pensamos que, si esto fracasa, no pasa nada, pues debemos ir siempre buscando formas, modos nuevos de acercar a otros a la persona de Jesús, abiertos al Espíritu del Señor que lo renueva todo”. Así de claro el Hermano José Manuel Hernández, ofm, párroco de Apóstol Santiago en Castro, resume esta aventura del “Rosario Nocturno”

Para el Hermano José Manuel la recepción de la gente a esta nueva experiencia la ha visto muy positiva, ya que han programado este Mes de María Nocturno para los cuatro viernes del mes y hasta ahora, todo ha resultado de maravillas. “Así cada día, tiene una temática distinta, pensando en que todos se sientan partícipes”, explica.

El primer viernes lo desarrollaron con los hermanos migrantes ecuatorianos y venezolanos, donde rezaron el Rosario a la Advocación Mariana de cada país. El segundo viernes en tanto, las hermanas y hermanos Franciscanos que peregrinan en Castro, llevaron a cabo un Rosario vocacional. Para el tercer viernes serán los jóvenes quienes rezarán de manera creativa el Rosario de la Luz, para cerrar el último viernes con una Oración cantada en honor a la Virgen.

Todo lo anterior, detalla el Hermano José Manuel, “es ver en medio de los fieles que la Virgen María, nuestra Madre común, siempre convoca a sus hijos. Con ello digo que la recepción es buena, con mucha participación de fieles en todos sus horarios”.

La devoción más viva que nunca

Según el Hermano José Manuel Hernández, ofm, servicios como el “Rosario Nocturno”, comprueban que la gran devoción a María en los fieles sigue muy vigente. “La Santísima Virgen María ocupa un lugar en el corazón de cada creyente, pues la maternal relación de ellas con nosotros sus hijos no deja indiferente a nadie. Dentro de todas las actividades que se suman a estas alturas del año, detenerse para dejarse abrazar por ese amor maternal de la Virgen es muy reconfortante. Nos hace bien dejarnos abrazar por la mamá del cielo”, agradece.

Además, analiza ciertos factores que hacen que los fieles depositen tanto amor en los pies de María. “La partida de un ser querido, las enfermedades, la soledad, los dolores que están siempre presentes. De seguro, cada uno se los presenta a Jesús por medio de María, para así, recibir un consuelo que reconforta el alma y el cuerpo”.

En esa línea, agrega que la clave para que el Mes de María siga siendo un signo de gran relevancia en el pueblo católico es que “la Virgen está en el ADN del cristiano. Ella es nuestra Madre, la percibimos cercana, maternal, camina con nosotros y lo principal, nos lleva, nos conduce a su Hijo Jesús”, destaca.

Es por ello, que el Hermano José Manuel Hernández, ofm, párroco de Apóstol Santiago en Castro, sólo pide que momentos como estos se aprovechen al máximo. “Es un tiempo de gracia, sabiendo que la Virgen es la primera discípula y la más fiel seguidora de Jesús, el Hijo de Dios”, concluye.

Los jóvenes de la mano de María y Carlo Acutis

Sebastián Barría Ampuero, Catequista de Confirmación, también tiene su análisis de la novedosa experiencia. “Como Agente Pastoral, he percibido una muy buena convocatoria, ya que siento que la propuesta de horario asienta bien y para ser una prueba piloto, ha sido fructífera. Vemos hermanos que llegan buscando un momento de intimidad con nuestra Madre, ya que como chilotes el Mes de María se reza con mucho fervor”.

Asimismo, ve que los jóvenes se muestran entusiastas de no solo poder rezar los Misterios, sino de llevar a cabo el Rosario en su totalidad, propuesta que fue solicitada al Hermano José Manuel dando muy buenos resultados. “Queríamos que niños y jóvenes sintieran la experiencia de liderar estos espacios tan valiosos para nuestra vida de fe”, valora.

Parte del trabajo realizado en los jóvenes fue indagar la experiencia de fe y vida del Beato Carlo Acutis. “Cuando rezamos el Rosario con fervor, a veces nos damos cuenta de que estamos siendo cuidados por Dios y la Virgen. Se transforma en escalera directa y a su vez, tenemos la seguridad de que la Virgen nos va a llevar a Él, porque sabe qué es lo mejor para nosotros”.

Por último, Sebastián Barría cree que cuando contemplan los Misterios del Rosario, “nos introducimos con María en momentos importantes de nuestra historia de salvación. En la escuela, nosotros aprendemos a ser discípulos de Jesús, misioneros que vamos a los cruces de los caminos a contar lo que hemos visto y oído. Carlo, ayúdame a encontrar algún momento en el día para aprender y rezar el rosario contemplando la vida de Jesús, de la mano de María”. cierra.