Tras la llegada de la reliquia de primer grado del Beato Carlos Acutis a la Casa de Jóvenes San Felipe de Jesús, han sido cientos los jóvenes de parroquias y colegios, quienes han decidido conocer este vestigio del que es denominado el futuro santo millennials de los católicos, por su cercanía con la tecnología y el buen uso que le dio. En la zona Oeste de la Arquidiócesis de Santiago, por ejemplo, son decenas los lugares donde ha peregrinado hasta esta fecha.
Para Patricia Mora Aranda, encargada de gestión equipo de Pastoral Juvenil de la zona Oeste de la Vicaría de la Esperanza Joven, la experiencia de poder compartir con jóvenes de la zona la reliquia del beato ha sido muy grata. “Ha despertado la curiosidad en las y los jóvenes, sobre todo, porque se trata de un joven como ellos, entonces lo han recibido con asombro, inquietud y con respeto. Ha sido una hermosa experiencia, porque Carlo ha llegado al corazón de ellos y de las comunidades, es decir han conocido el paso de Cristo por la vida de nuestro joven Beato”, analiza.
Patricia, quien también participa como agente Pastoral en la Comunidad Semilla de Vida de la Capilla San Felipe de Jesús de la parroquia Patronato San Antonio de Padua, cree que los jóvenes han percibido una gran curiosidad por conocer un poco más acerca de Carlo, quién era, cómo vivía y sobre todo, el darse cuenta que fue un joven normal, “que le gustaba el deporte, le gustaba compartir y que tenía un gran amor por Jesús, por María como tantos otros jóvenes, como ellos mismos y que la santidad no es algo extraño, sino más bien se vive en lo cotidiano y en cuanto dejamos que el amor de Dios nos inunde y nos ayude a dar lo mejor de nosotros (que es Dios mismo que se derrama), nos permite ser originales, no fotocopias (como decía Carlo), buscar nuestra propia identidad, buscar esa felicidad de lo eterno, poner la mirada en Cristo”, describe.
Sobre lo anterior, Patricia Mora añade que, en lo personal, este proceso ha sido muy gratificante. “Me ha llenado de alegría ver a tantos jóvenes unidos recibiendo está bendición, con mucha fe y entrega. Ver también como familias piden la intercesión de Carlo por la salud de sus seres amados, como los mismos jóvenes piden por otros con tanto cariño y sentir también que el paso de la reliquia es de sanación para otros me da alegría. También para nosotras como equipo de Pastoral Juvenil de Zona Oeste, ha sido una rica experiencia, porque vemos cómo las y los jóvenes se unen, cómo las parroquias y capillas se organizan para recibir la reliquia con entusiasmo y cariño, y por otra parte nos ha permitido compartir mucho más con las y los jóvenes de manera presencial”.
Por último, releva que no sólo han sido jóvenes quienes han llegado a conocer en primera persona la reliquia de Carlo Acutis, sino familias completas y personas con enfermedades serias, las cuales han dejado su delicado estado de salud que viven, en manos del joven santo millennials.
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