Con 100 años de vida, la parroquia Patronato San Antonio de Padua, celebra junto a su comunidad su fundación y proyecta diversos carismas para los más abandonados desde lo social, pastoral, educacional, entre otras ayudas.
La misa se desarrolló este jueves 6 de enero a las 19.30 horas y fue presidida por el Vicario de la Zona Centro, padre Francisco Llanca, quien destaca estos 100 años de vida y que invitó a seguir trabajando a la luz del evangelio, de la mano con sus sacerdotes, la comunidad y sobre todo, apoyados en la fe.
Para el Hermano Máximo Cavieres, párroco de Patronato San Antonio de Padua, celebrar estos 100 años es una gracia de Dios. “Estamos celebrando 100 años de la parroquia. 100 años que tienen su origen precisamente en el movimiento que se originó en la Iglesia a través de la Doctrina Social de la Iglesia para ir en asistencia espiritual y en lo corporal de tantas personas que llegaban de diferentes sectores de Santiago para buscar un nuevo futuro, una nueva esperanza”.
Sobre lo anterior, el Hermano Máximo agregó que, en estos 100 años, han asistido en la salud, en las viviendas, en lo educacional y en lo espiritual. “Estamos muy felices de festejar estos 100 años y esperamos que toda esta comunidad pueda continuar con las nuevas tareas que tenemos por mucho tiempo más y seguir acompañando a las personas en todas sus dimensiones de manera integral”.
Sobre la relevancia del padre Luis Orellana, el párroco destaca. “Él revela la manera en que la Iglesia, saliendo al mundo, se preocupa también de acompañar las problemáticas sociales que van surgiendo, que no sólo desde el asistencialismo, sino que también a través del acompañamiento espiritual. Importante es reconocer su dignidad, que en este tiempo en la gente es tan significativa, sobre todo para buscar igualdad y justicia entre todos”.
Para la Hermana Pilar Plaja, quien mantiene una activa labor pastoral y sacramental en la parroquia, señala que actualmente lleva seis años, “pero anteriormente también he estado acá. Siento que tenemos que renovarnos y ser apóstoles como lo fue el padre Orellana. A veces nos dejamos estar y las necesidades de ahora son muy parecidas a las que vivió el padre Luis. Tenemos que animarnos mutuamente para revivir al barrio que está muy envejecido, pero eso no significa que tengamos que pensar que la obra ya se acabó”, enfatiza.
Guillermo Jara, ex Ministro de comunión de la parroquia, analizó este centenar. “Yo llevo más de 50 años participando en la parroquia y en estos 100 años, veo un gran proyecto y un gran sueño cumplido en lo educacional, en lo social, en las viviendas y todo esto significa una gracia y también muy agradecido por ser parte. Yo llevo la mitad de la vida de la parroquia participando, sirviendo y más que recibir, he servido en este tiempo y por eso le doy gracias a Dios”.
El acolito, Sergio Vargas, con 15 años de edad y quien también es parte del comité centenario de la parroquia, sostiene que “vengo desde chico a la parroquia, entonces representa parte de mi vida. Acá tengo muchas personas que son amigos y que me han acompañado desde chico hasta ahora. Tener 15 años y ser parte de una historia de 100, la verdad es que es muy emocionante y nos queda la misión para el futuro”.
Todo culminó con un compartir fraterno entre toda la comunidad presente en la parroquia Patronato San Antonio de Padua.