Este 4 de octubre, la Iglesia universal celebra a San Francisco de Asís y la Orden Franciscana en Chile, celebró al mediodía, una eucaristía en el Templo San Francisco de la Alameda, en memoria de este hombre que se santificó en la pobreza y que reconoció a Dios en la naturaleza. La misa, fue presidida por Fray Juan José Baldini, Prior Provincial de los Dominicos Chile-Argentina.
Al inicio de su homilía, Fray Miguel Ángel Ríos, Prior del Convento de Santo Domingo, destacó sobre las virtudes de San Francisco, el ser fraterno en sus relaciones humanas, “sencillo y humilde tras los pasos del Señor, supo beber de la Palabra de Dios y tener la sabiduría que lo llevó a comprender que todos los seres humanos somos hermanos e hijos de un mismo Padre. Por lo tanto, todos participamos de una misma calidad de vida en su origen y en la vida de Dios que nos ha dado”.
Luego, analizó: “Por eso, aunque tengamos diferencias de género, culturas, ideologías, filosofías, religiones, condición social, racial, seamos pobres o ricos, negros o blancos, de distinta nacionalidad, nativos o extranjeros, inmigrantes, refugiados, sanos o enfermos, justos, pecadores, buenas personas, a pesar de todas estas diferencias, todos los seres humanos, somos hermanos. Nuestras diferencias en cuanto a nuestro modo y situación de vida humana, nos muestran no solo lo que tenemos, sino también, de lo que carecemos, y en este aspecto, todos tenemos alguna carencia, todos somos pobres de algo, y por eso, en la vida, todos necesitamos de todos”.
En esa línea, Fray Miguel Ángel Ríos recordó que San Francisco plasmó con el ejemplo de su vida, su opción radical por los pobres, “viviendo pobremente y despojándose de todo lo material. Es un ejemplo que cobra pleno sentido hoy en nuestros días, cuando estamos tan instalados, cuando tenemos tantas formas eficientes de desarrollo científico, económico, técnicos, comunicacionales y podemos tener todo tipo de cosas y comodidades, pero a la vez tenemos tantas carencias personales y sociales”.
También, agregó que supo reconocerse como hermano del medio ambiente y toda la creación. “Reconoció como sus hermanos a los astros y el cosmos, los animales, la naturaleza con todos sus elementos, tierra, agua, aire, y la vida vegetal. Es decir, supo establecer una relación de amor con todas las formas de vida. Su ejemplo nos interpela a mirar con amor el entorno natural de nuestro medio ambiente”.
En otros momentos, valoro la belleza de la armonía y el equilibrio personal. “Solo así podremos entender la muerte como parte de la vida, y la convicción de San Francisco frente a la muerte, al llamarla hermana muerte. Está expresión referida no solo a la muerte de las demás personas o seres vivos, sino a su propia muerte, nos revela que Francisco supo vivir en relación fraterna, también consigo mismo y con cada una de las regiones de su ser, asumiendo la muerte no solo en su dimensión física, sino en el sentido espiritual que la muerte tiene”.
En último lugar, Fray Miguel Ángel Ríos, Prior del Convento de Santo Domingo, llamó a todos a tratarse fraternalmente, “acogiéndonos desde el amor en las distintas regiones de nuestra mente y corazón. En donde se dan nuestras tensiones, tentaciones, ansiedades e inseguridades internas. Este es el gran mensaje y testimonio que nos entrega San Francisco al celebrar una vez más su fiesta. En la medida en que cultivemos relaciones fraternas en nuestras relaciones humanas, más estaremos siendo instrumento de paz del Señor, artesanos de su paz en cada uno de nosotros y en medio del mundo en que vivimos”, cerró.
