90 años haciendo el bien a lo largo de Chile

Con una misa en modalidad híbrida, es decir, desde el colegio Santa Isabel en Santiago centro con un grupo presencial, y otro grupo importante desde la plataforma zoom en Chile y el mundo, la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada celebró 90 años de vida religiosa en nuestro país. La eucaristía fue presidida por Fray Miguel Ángel Ariz, Capuchino.

En su homilía, Fray Miguel Ángel, recordó a los asistentes presenciales y virtuales que Jesús, con cariño y decisión, “nos dice cuál es su programa, su misión. el espíritu el amor le mueve y empuja y ha venido a dar una buena noticia a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, a los ciegos la vista, A poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor”.

“Jesús conoce el corazón de su Padre y sabe que, en ese corazón, los pobres ocupan el primer lugar, y ese amor moviliza a las Hermanas, que hace 90 años llegaron a Chile, lo hicieron porque conocieron a Jesús, su programa, su misión y lo vivieron sencillamente, entregando su vida al servicio de los ciegos en la sociedad, y fueron verdaderas madres, porque abrieron su corazón a aquellas personas preferidas de Dios”, sostuvo.

Fray Miguel Ángel, agregó que para vivir nosotros la misión de Jesús, “necesitamos ante todo tener los ojos fijos en Él, los ojos fijos en sus preferidos: los pobres, los ciegos, los oprimidos, los cautivos. Necesitamos llegar hoy a Jesús y acoger su mirada y sus palabras. Nosotros también somos oprimidos, y el Señor nos quiere sanar por dentro, nos quiere liberar del miedo, del acostumbramiento de nuestros encierros que nos impiden seguir con pasión a Jesús y vivir su misión”.

Sobre el Pobre de Asís, precisó que, a través de su encuentro con el leproso, Dios lo libera a de la cárcel, “de la esclavitud de su egocentrismo y Francisco actuó con misericordia y se fue a vivir con los leprosos y experimentó una alegría y plenitud que nunca había conocido en su vida. Hoy nos toca acoger su Palabra y dejarnos conducir por el espíritu que nos moviliza para ir a los pobres, los leprosos, los ciegos, los excluidos y así vivir el proyecto de Dios”.

Por último, agradeció: “Éstas hermanas que vinieron hace 90 años hasta aquí a Chile, que María y Jesús los contagien esta actitud de obediencia Dios nos conceda vivir su programa y su misión”.

Eduardo Valencia, Director del colegio Santa Isabel, manifestó su alegría y agradecimiento por estos 90 años de vida hacia los más desvalidos: “Hoy, su presencia entre nosotros, es un ejemplo de perseverancia, de fe y de compromiso, el permanecer a pesar de las dificultades y de los desafíos que siempre ha presentado Chile. Gracias por su sencillez y humildad en el servicio de la educación de niños y niñas de nuestro país. Celebramos la vida de un proyecto que se inició hace más de 90 años cuando un grupo de religiosas, un grupo de mujeres, pisan tierra nacional, trayendo en sus maletas, sueños y un profundo deseo de servir a Dios al estilo de la Madre Francisca”. 

Por último, la Hermana Pilar Plaja, Religiosa Franciscana de la Inmaculada, sobre los asistentes presentes y online dijo: “Todos ustedes han sido compañeros de camino, muestra concreta de que Dios no nos deja solas, él nos ha acompañado y nos sigue impulsando a expansionar su amor. Hoy la gratitud brota desde lo más profundo de nuestro corazón, en primer lugar, por la valentía de nuestras primeras semanas que un día como hoy llegaron a Chile y por tantas y tantas hermanas que han pasado por estas tierras haciendo el bien. Éste acontecimiento nos desafía a seguir caminando, sabiendo con certeza que Dios va con nosotras y que nos regala hermanos para construir su Reino para seguir haciendo el bien”, auguró.