Eutanasia versus el derecho a la vida como fundamento para el cristiano

Este sábado 12 de junio y en un nuevo taller para la Familia Franciscana, el Arzobispo de Concepción, padre Fernando Chomalí, expuso algunas reflexiones sobre este relevante tema de la eutanasia. La actividad se desarrolló por la plataforma Zoom y fue transmitido a través de las redes sociales de los Franciscanos.

El Hermano José Miguel San Martín al presentar la exposición, sostuvo que “es un tema muy presente en la sociedad y también al interior de la iglesia con grandes desafíos, donde nos preguntamos nosotros como cristianos, como personas de fe, si podemos decidir cómo morir o si podemos intervenir en el proceso de nuestra propia muerte, por eso son temas que se dialogan y que se discuten”.

El padre Fernando Chomalí comenzó agradeciendo la invitación: “Es muy difícil, por no decir imposible, negarse a una invitación como ésta de parte de la Comunidad Franciscana en Chile. Les tengo mucho aprecio, ya que tienen en Concepción una parroquia y es una parroquia muy viva y al servicio de la comunidad. Por lo tanto, espero que esta conferencia sea una manera de agradecer la obra que hacen aquí, inspirada por Jesucristo y por San Francisco”.

Siguió: “El tema de la muerte y la eutanasia no es un tema nuevo en la Iglesia. Juan Pablo II habla explícitamente sobre ella en Evangelium Vitae, hay un documento específico sobre la eutanasia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, también hay un documento precioso sobre el dolor y el sufrimiento humano y las Conferencias Episcopales han escrito sobre este tema de manera muy especial, porque la discusión que estamos viviendo en este minuto en Chile, en Europa ya se dio hace 30 años y es un tema que tiene que ver con los avances de la medicina”.

Sobre la relevancia que tiene el dolor en este tema, el obispo Chomalí señaló que este drama se da principalmente en países donde las personas están muy solas y con altos índices económicos, “porque en las sociedades mapuches o árabes, sería impensado que un anciano sea abandonado, y todos nosotros hemos tenido esa experiencia de personas que valoran mucho la vida y que cuidan de los ancianos”, por lo que asegura que esta situación dramática ha encontrado eco en los países de manera jurídica.

A lo anterior agrega: “Por ejemplo, en Estados Unidos, la eutanasia ha sido motivo de referéndum y en Holanda ha sido despenalizada, y los médicos pueden evitar acciones legales en su contra si actúan de acuerdo a ciertos criterios”, citó.

En relación a las leyes actuales sobre la eutanasia, el padre analiza: “Al observar algunos estudios de Derecho Comparado, es increíble ver cómo la eutanasia es condenada según el artículo 114 del Código Penal, pero según el artículo 115, el médico que lo haya practicado, podría no ser condenado, si no fue movido por un móvil egoísta. Es decir, un médico que plantea que una persona no puede seguir viviendo por situación médica, el Estado reconoce que eliminó un ser humano, pero se justifica, porque es un acto de una persona que está grave y ahí, no es condenado”.

En esa línea, fue enfático en acentuar que “matar significa una acción en la cual se termina con la vida de un ser humano inocente, porque no nos olvidemos que una persona gravemente enferma o moribunda, es una persona viva, porque no existen intermedios entre estar muerto y estar vivo. Una persona gravemente enferma está viva y esa persona es objeto de una acción para terminar con su vida”, aclaró.

A la luz de ciertos tecnicismos que complejizan el análisis, el arzobispo expuso que “la Iglesia Católica distingue entre los medios ordinarios y los extraordinarios y que estamos obligados a los medios ordinarios y proporcionados, y eso se tiene que decidir caso a caso. Porque los enfermos no existen, existe cada enfermo con nombre y apellido, con su historia, con su vida y cada uno de ellos, requiere una atención especial a la hora de tomar una decisión de ese tipo”.

Por último y tras reflexionar arduamente desde diferentes aristas, el sacerdote entregó a los asistentes virtuales la siguiente afirmación: “Tenemos que evitar esta práctica de la eutanasia, porque es en definitiva eliminar la vida de un ser humano inocente”, cerró.

En las redes sociales también valoraron la posición del Arzobispo de Concepción en la materia:

Beatriz Escobar: “Cada persona es única e irrepetible y cada familia también es única. Toda decisión debe ser tomada conforme a la situación específica. Estoy a favor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.

Francisco Justo Pacifico: “¿Cómo se puede acompañar y consolar a la persona cuyo sufrimiento por la enfermedad le hace perder el sentido de la vida, de su dignidad y está convencida que morir le trae paz a su dolor físico y espiritual? ¿Es eutanasia cuando la persona enferma muere por no poder acceder a la medicina que le permite sanar, no por existir los recursos médicos, sino que su condición económica no le permite acceder a un tratamiento?”.

Soledad Mancilla: “Lo mínimo que debemos dar a nuestros familiares es el acompañamiento, consolar y atender hasta el último momento. Cosa que falta mucho en nuestros centros hospitalarios”.

Gabriel Díaz de Valdés: “Ojo, la salvación implica llevar la cruz y si la muerte implica sufrimiento, asúmalo por amor a Dios, si no, mire la cruz y cómo murió Cristo”.

El sábado 26 de junio, desde las 16:00 horas en tanto, la Orden Franciscana invita a un “Concierto virtual por la paz, fraternidad y esperanza en tiempos de pandemia”. Más información prontamente, a través de las redes sociales Franciscanas.