Con una invitación a renovar nuestra vida, volver al Evangelio y un llamado a ser hombres y mujeres movidos por el espíritu del Señor para saber leer los acontecimientos de nuestro país, el Hermano Isauro Covili, animó en esta Fiesta de Pentecostés al Pueblo de Dios al gran desafío de escuchar lo que el Señor nos va diciendo a diario. El reciente proceso eleccionario, la agenda política a futuro y la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, marcaron el mensaje.
El Ministro Provincial de la Orden, en su saludo, señaló sobre la Fiesta de Pentecostés y su signo para el mundo, que «ese don del Espíritu Santo hoy lo celebramos también. El espíritu viene hacia la Iglesia, viene sobre la Iglesia permanentemente, mantiene la cohesión, la unidad, la comunión de los pastores en medio de todas las dificultades que puedan haber».
Agregó: «El espíritu siempre hace nuevos caminos, corazones que se abren, capacidades para dialogar, para entender, para hacer camino de alegría evangélica. En la vida Franciscana, el Espíritu Santo hacia el final de la vida de Francisco le regala como ministro general de la fraternidad. Los que vienen a la fraternidad Franciscana son convocados por el espíritu. Francisco ocupará la expresión muy hermosa «divina inspiración», es decir, los que, por divina inspiración, son invitados, convocados para ingresar en la vida Franciscana y abrazar la vida del Evangelio, ser enviados en misión a lugares muy difíciles en esos tiempos y en este tiempo», afirma.
Luego, deseó que, al celebrar la Fiesta de Pentecostés, “nuestros corazones se renueven, nuestro espíritu de oración pueda tener nuevos impulsos y un nuevo frescor y que la misión de anunciar a Jesús cobre una nueva vitalidad”.
Sobre la Primera Asamblea Eclesial que la Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe- CELAM- junto al Papa Francisco animaron a participar, sostuvo que «estamos en un tiempo de la escucha, del diálogo. Estos criterios y estas notas, son notas del espíritu, para que el espíritu nos haga dialogar, escuchar la realidad, escucharnos, y que todas las comunidades y la familia Franciscana y todos los hombres de buena voluntad, podamos participar de este acontecimiento que marcará la vida de la iglesia para los tiempos que vienen por delante».
Por último, el Ministro Provincial cerró: «Jesús nos habla y como hombres de espíritu, tenemos que saber leer lo que nos comunica, nos comparte y nos anima. Apostemos siempre por la vida, por el respeto de la persona y por abrir caminos siempre de nuevos territorios a evangelizar, nuevos areópagos, nuevas fronteras que pasar, para llegar a todos y para que todos puedan conocer a Jesús y puedan amarle y puedan participar de este movimiento salvador que se realiza en Jesús de Nazaret vivo en medio nuestro».