
En un mensaje, a la luz de la grave crisis de violencia que vive Colombia hace un par de semanas, la Familia Franciscana de dicho país, alzó la voz para condenar todo acto violentista y de vulnerabilidad de los derechos esenciales de sus compatriotas. La Orden Franciscana acá en Chile, también se suma al dolor que vive el pueblo colombiano.
La carta expresa:
“Como hermanos y hermanas inspirados por la espiritualidad de Francisco y Clara de Asís, iluminados por la Sagrada Escritura, la Doctrina Social de la Iglesia, la Regla de vida y las Constituciones de nuestras órdenes, invocamos el llamado a defender el derecho de los pobres; denunciar con firmeza toda clase de acción bélica y toda carrera armamentista que termina por afectar a los más pobres; y la exigencia que nace de la Cultura del Cuidado y del Encuentro, para llamar a los principios de la Fraternidad y Amistad Social con los cuales edificar el reino del Dios de la Paz. Desde aquí queremos hacerle un llamado a la solidaridad con Colombia en sus actuales circunstancias.
Bien es sabido por la comunidad internacional de los acontecimientos ocurridos en los años posteriores a la firma de los acuerdos de paz en Colombia y a la postura que frente a los mismos ha ostentado la actual administración del país en manos del Señor Iván Duque Márquez.
Desde las Centrales Obreras, Colectivos de estudiantes, Organizaciones Sociales y Populares, e infinidad de población inconforme con las políticas del gobierno y contra las reformas propuestas que de manera directa perjudican la calidad de vida de los más pobres, se convocó a un paro nacional indefinido iniciado el día 28 de abril; el llamado no se hizo esperar y en todas las ciudades miles de ciudadanos salieron a las calles a manifestarse en contra de la Reforma Tributaria, Reforma a la Salud y la Reforma Pensional, exigiendo al gobierno el retiro de estos proyectos de Ley.
Nosotros franciscanos y franciscanas de Colombia denunciamos con firmeza la acción bélica estatal, así como las diversas violaciones a los Derechos Humanos, a que está siendo sometida la población que durante esta última semana protesta en las calles haciendo uso constitucional de tal derecho.
Pedimos a ustedes hermanos su solidaridad con nuestro pueblo haciendo uso de los mecanismos que a bien tengan para visibilizar tal estado de cosas y exigir al gobierno colombiano ya sea directamente o en foros internacionales el respeto de los Derechos Humanos”.
El Hermano Máximo Cavieres, Delegado Provincial de JPIC en Chile, añade sobre esta misiva que existe una gran preocupación con todo lo que está viviendo Colombia: “Desde la Orden y desde la Iglesia, siempre en aquellas situaciones donde se ponga en peligro la vida de las personas será de nuestra máxima atención. La paz en el mundo debe darse a en diálogo para que así se resuelvan los problemas y las demandas sociales de las personas. Lo más importante es que haya una apertura para poder sentarse y buscar el bien común y no la de ciertos grupos minoritarios, sino que de la gente más vulnerable y los más necesitados, y de todo ser humano en general, de manera integral y equitativa. Siempre se debe proteger a las personas y sus derechos. Llamamos a que puedan resolver, a través del diálogo y del encuentro, la búsqueda de la paz en Colombia”.