Amoris Laetitia: El llamado a una Iglesia profética y rica en amor y misericordia

Los teólogos Claudia Leal y Fray Paulo López, ambos Doctor en Teología Moral de la Academia Pontificia Alfonsiana en Roma y de la Facultad de Teología PUC, desglosaron este sábado 15 de mayo, la segunda exhortación apostólica del Papa Francisco y que habla sobre el amor en la familia.

El Hermano Luis Alberto Nahuelanca, quien dio la bienvenida a la jornada, señalo sobre este nuevo espacio de formación que ha sido un tiempo que ha marcado la agenda: “Me parece muy atingente en el tiempo que estamos viviendo volver a recoger y profundizar esas grandes líneas de inspiración y de propuesta que el Papa Francisco ha venido haciendo durante su pontificado. Este es un documento que ha marcado una época, por medio de la belleza y la alegría del amor de la familia y del don del matrimonio. Es fruto de un camino sinodal de más de dos años y el Papa pidió que este año y el siguiente, la sociedad profundice sobre esta exhortación apostólica”, recordó.

La actividad, en dualidad entre ambos teólogos – Claudia Leal y Fray Paulo López- enfatizó diversos aspectos de la exhortación, desde el punto de vista metodológico y algunas referencias a los contenidos más fundamentales, para al final, dejar espacios para las preguntas que deja Amoris Laetitia para ambos académicos.

Antecedentes generales

En octubre de 2013, el Papa Francisco convocó a un sínodo de obispos sobre la familia. Las razones fueron la crisis cultural y la fragilidad de los vínculos. Luego, vino un itinerario en dos etapas, donde la primera fue la Asamblea General Extraordinaria de 2014, ordenada a delinear el “status quaestionis” y a recoger testimonios y propuestas de los obispos, mientras que la segunda, fue la Asamblea General Ordinaria de 2015, que buscó líneas operativas para la pastoral.

Este camino sinodal comenzó el año 2013, y concluyó con la entrega del documento al Papa, su firma el 19 de marzo de 2016 y su publicación el 8 de abril del mismo año. «Fueron tres años de un largo trabajo, es decir, no es un documento que se haya elaborado de buenas a primeras, sino que implica un desarrollo, una continuidad y eso habla mucho del sentido que Francisco le quiere dar a la iglesia, una iglesia que quiere estar en camino, en diálogo y que vaya a los lugares que son periféricos», explicó Fray López.

Claudia Leal, agregó que «este proceso sinodal, refleja también las grandes virtudes y los grandes defectos que nosotros tenemos como institución», haciendo alusión a lo dispar del trabajo que realizaron los continentes en relación a la materia.

Sobre las novedades que trae esta exhortación apostólica, Fray Pablo dijo que «es un nuevo método que no cae del cielo a la iglesia, sino que es un documento que fue elaborado en la iglesia para toda la iglesia, y eso es un cambio importante, es un cambio que no considera simplemente la opinión de grandes personajes, sino que pidió la opinión de las bases y eso es un cambio radical». Además, enumeró características como la transparencia, la libertad de expresión, la vuelta Jesucristo, el uso de la idea de semillas del verbo y la insistencia en la misericordia y la verdad.

Participantes

Para los teólogos, el Sínodo de la Familia-realizado entre el 4 y el 25 de octubre de 2015- fue la base de la exhortación apostólica, en el cual participaron cardenales, patriarcas, arzobispos mayores, arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosos, familias, expertos y delegados.

«Algunas claves están en una mayor atención a la capacidad enseñanza, a ciertas novedades esperanzadoras, una mirada más global sobre las familias que hoy existen, una atención a la realidad concreta de las familias y una prioridad a la misericordia que busca la integración de los que están o se sienten excluidos», apuntó Fray Paulo.

«Se hace el paso de una iglesia más jurídica a una más bíblica, de una iglesia más estática a una más pastoral, y eso sí es clave. También, se resaltan conceptos como el acompañamiento, el discernimiento, la integración y ve el matrimonio sacramental y la familia cristiana como vocación», añade.

Dentro de algunas falencias, destacan el escaso aporte sobre el desarrollo en biología, psicología, sociología y sobre situaciones más complejas, como la convivencia sin matrimonio, uniones de hecho, divorciados vueltos a casar y uniones homosexuales.

La teóloga Leal por su parte, señala que «hay una sensación general de que Amoris Laetitia representa un paso adelante en el desafío, por parte de esta gran institución que es la Iglesia, de acercarse a una visión más realista, más pragmática de la realidad familiar y no hay duda, que representa un paso correcto en esa dirección».

A quién va dirigido

En este punto, manifiestan que esta exhortación de 9 capítulos, 325 párrafos y cerca de 300 páginas, va dirigido a los obispos, presbíteros, diáconos, personas consagradas, a los esposos cristianos y a todos los fieles laicos. «Si ustedes quieren una comprensión mejor, sus líneas implican el ver, el juzgar y el actuar de la iglesia y es cómo la DSI evalúa la realidad», narra el Hermano Paulo.

Claves de lectura

Acá, los profesionales suponen un cambio en la praxis, pero no es la doctrina, un énfasis en el acompañamiento, una mayor fuerza en el carácter escatológico de la propuesta o ideal cristiano, retoma la importancia de las iglesias locales, el cuidado pastoral hacia los fieles que simplemente conviven o han contraído matrimonio solo civil, en los divorciados vueltos a casar. Recuerda el matrimonio sacramental como una vocación y quedan pendientes temas complejos como el profundizar en cuestiones doctrinales, morales, espirituales y pastorales.

Propuestas de contenido

Algunas respuestas que surgieron en base a preguntas que generara los teólogos, está que la palabra de Dios es una compañera de viaje para las parejas que están en crisis o pasando algún dolor, que el Papa insiste en presentar el matrimonio como un camino dinámico de desarrollo y realización, que existe un creciente peligro del individualismo exasperado que desvirtúa los vínculos familiares.

Destacan además algunos valores para la familia cristiana como la paciencia, el servicio, el sanar la envidia, ser amables, tener un desprendimiento generoso, sin violencia interior, pedir perdón por las ofensas y alegrarse con los demás.

«Destaco de esta exhortación la gradualidad para hablar de la familia. Acá, ustedes se van a encontrar con un discurso que el amor de pareja no es el mismo en los primeros años del matrimonio que a la mitad del matrimonio o durante la vejez. El amor matrimonial cambia, el amor sexual cambia, tiene procesos, desafíos, problemáticas diversas en cada etapa de la vida y es importante descubrir en cada momento el llamado y la riqueza. Amoris Laetitia nos invita a volver, aunque sea suavemente a una visión de familia más acordé al mundo semítico, donde Jesús fue también parte de una familia», advierte Claudia Leal.

Sobre qué hacer ante situaciones difíciles, la exhortación llama a seguir el camino de la caridad y sobre situaciones irregulares, como matrimonios vueltos a casar o convivencias, invita a actuar bajo la lógica de la integración y a sentir como un pilar del acompañamiento la conversación con un presbítero. «Cada uno de los miembros de la comunidad está llamado a decir su opinión responsablemente sobre todas estas preguntas que hemos planteado y creo que es importante que cada miembro de la comunidad sienta que su voz es escuchada y que tiene un lugar en la comunidad», soslayo la profesional.

Al cierre, invitaron a tener un acompañamiento pastoral en función con el sacerdote, estar en un ambiente de humildad y donde la principal función de los pastores, sea con una conciencia iluminada, formada y acompañada para que ayuden a las personas a evaluar sus inquietudes a la luz del Evangelio.

«Es importante seguir creciendo en lo que significa comunidad eclesial y eso es un desafío que ya lo tenía San Pablo Por qué es importante redescubrir lo que significa esta comunidad eclesial. Siempre hemos tenido como utopía la comunidad eclesial como la Trinidad y ahí, hay un diálogo que nosotros tenemos que participar. Una comunidad que no reza unida está dividida y eso, es importante volver a rescatarlo», concluyó el Hermano Paulo López.

Por su parte, Claudio Leal insistió en ver como algo irremplazable el acceso directo que el usuario haga a la exhortación: «Lean el índice y vayan al capítulo que les tinque más, quédense con una frase que les inspiré, en una idea que les ayude o incluso, en una que te parece que hay que llevar más allá de lo que aparece ahí.  Puedes hacer oración, compartir con un amigo, esposo, esposa, hijo. Abran el texto y déjense interpelar», pidió.

El próximo encuentro (sábado 22 de mayo a las 16:00 horas), profundizará sobre la Encíclica Fratelli tutti y será presentado por el Hermano Bernardo Molina.