«Todo esta conectado»: Declaración de los Hermanos Franciscanos

Hermanas y Hermanos,

¡El Señor les conceda su paz!

1. Los hermanos franciscanos de Chile, conscientes de la situación pandémica que estamos viviendo hace más de un año y que afecta a toda la humanidad, nos hacemos eco del llamado del papa Francisco a vivir esta crisis sanitaria como familia humana, sabiendo que caminamos juntos y que ningún pueblo de la tierra saldrá solo de esta crisis, situación que reclama solidaridad y colaboración internacional.

2. Valoramos el cuidado que cada persona y cada familia está poniendo en el cuidado de sus vidas, así como el aporte de las instituciones civiles y religiosas (organizaciones poblacionales, no gubernamentales, iglesias y comunidades religiosas, etc.) y reconocemos como adecuadas las medidas sanitarias que el Gobierno ha implementado, destacando el exitoso proceso de vacunación, pero sabiendo que estas medidas no resuelven íntegramente la crisis humana y sanitaria que nos afecta.

3. La comprensión actual de nuestro mundo hace notar que las respuestas a los desafíos que las grandes preguntas nos plantean, no solo se resuelven desde la perspectiva científica, técnica y economicista, sino que requieren una visión integral de todas las dimensiones de la persona; de allí que lo religioso y espiritual tengan una vital importancia, pues son fuentes de sentido y de contenido ante la realidad del sufrimiento, del dolor, de la enfermedad y de la muerte, frente a la insuficiente respuesta que los organismos técnicos, científicos y sanitarios han querido dar a esta crisis pandémica al no considerar suficientemente el aspecto espiritual y religioso.

4. Es por ello que lamentamos que las actuales medidas que afectan directamente la dimensión espiritual y religiosa de las personas restrinjan y releguen la posibilidad de un mínimo de aforo para que los creyentes puedan celebrar su fe, -derecho humano fundamental que la Constitución consagra, en contradicción con medidas que favorecen un modelo económico por sobre otras necesidades de las personas (centros comerciales, empresas y oficinas públicas, clases presenciales, etc.).

5. Anclados en la esperanza en Jesús, Señor de la vida y del amor, animamos a todos a seguir haciendo los mejores esfuerzos para el cuidado de la salud del cuerpo y del espíritu, superando la crisis que nos afecta con sentido de solidaridad, responsabilidad y fraternidad, reconociéndonos hermanos y hermanas de una misma tierra, constructores de una nación diversa y unida, justa y pacífica, fraterna y equitativa.

Paz y Bien

Hermanos Franciscanos de Chile

Santiago, 13 de marzo de 2021.