La economía en clave Franciscana

Este sábado 07 de noviembre, a las 15:30 horas, Fray Martin Carbajo Núñez, ofm, Doctor en Teología Moral y académico de la Pontificia Universidad Antonianum de Roma, ofreció una charla a la luz de la experiencia del pobre de Asís y de las palabras que el Papa Francisco ha sostenido en la materia.

A pocos días para la reunión «La Economía de Francisco», convocada por el Santo Padre en mayo de 2019 y que se celebrará del 19 al 21 de noviembre y de manera virtual producto de la pandemia, la Orden Franciscana realizó una charla para profundizar en este valioso encuentro internacional.

Recordemos que, en febrero de este año, el Papa explicó que Asís es un lugar apropiado para inspirar una nueva economía, ya que fue allí, “donde Francisco se despojó de toda mundanidad para elegir a Dios como la brújula de su vida, convirtiéndose en hermano de todos”, explicando que su decisión dio lugar a una visión económica que sigue siendo pertinente hoy en día.

El Hermano Isauro Covili, Ministro Provincial de la Orden Franciscana, sostuvo que este acontecimiento tan importante de carácter formativo, “va dirigido a toda la Familia Franciscana, a todos los amigos de San Francisco y a todos los agentes pastorales de nuestras presencias. Es un espacio de formación, de reflexión, donde hablamos de la economía en clave Franciscana. Fue un espacio para dialogar, para pensar, entender, desde una perspectiva Franciscana, este tema tan relevante”.

Fray Martin Carbajo, comenzó su ponencia recordando que “la competitividad se entiende como una guerra descarnada en la que cada uno busca su propio interés, sin ningún miramiento altruista. El sistema económico actual hace una separación neta entre la lógica de la eficiencia y la lógica del todo. Privilegia la especulación financiera sobre el trabajo y todo lo reduce a mercancía de compra y venta. Así, la indiferencia se ha globalizado”.

Para el religioso, “la economía Franciscana debe ser un signo profético que contradiga el actual fetichismo del dinero y la reducción del hombre a un ser egoísta calculador y predecible”.

A la luz de su experiencia, señala que «haciendo fructificar los talentos recibidos, el fraile se identifica socialmente como menor e imita a Cristo, que no vino a ser servido, sino a servir. Con el trabajo, el fraile colabora con el Dios creador, construye la vida social y ayuda a que la creación alcance la finalidad que le es propia. Por tanto, la actividad laboral es una gracia de servicio humildad y de entrega a sí mismo».

Respecto de la pobreza, manifiesta que «ese es el riesgo del caritativo capitalismo en el que los ricos aparece como benefactores de la humanidad pues Se incrementa la riqueza personal que además son generosos con los pobres que no saben ganarse la vida. Esto resulta humillante, porque ellos se sienten como objetos pasivos de la caridad ajena».

Sobre la economía de la comunión, Fray Martín analiza que «los frailes sabían que una economía solidaria, es también una economía de comunión, que invitaba a todos, ricos y pobres, a construir en comunidad, tanto a nivel social como nivel espiritual. También hoy la economía franciscana debe ser transparente, ética y solidaria siempre vinculada al carisma y a la misión».

«Los franciscanos de hoy en sus decisiones económicas deben mostrar la misma cercanía afectiva y creativa hacia los pobres. Deberán hacerlo de modo transparente y con un riguroso discernimiento. Deben preguntarse si su actual modo de vida responde a la pobreza que han profesado, es decir, si el ejemplo de su vida es un signo profético que denuncia el consumismo y los falsos valores de nuestro tiempo, la capacidad de vivir con poco y el respeto por el ecosistema», exhortó.

Por último, el Doctor en Teología Moral y académico de la Pontificia Universidad Antonianum de Roma, afirmó que “ante los desafíos para la gestión económica franciscana, el fraile cree que «la disminución del número de vocaciones, la alta edad media de los frailes y la creciente secularización de la sociedad», han llevado a tener que dejar actividades y casas, «por lo que los franciscanos corren el riesgo de acumular riquezas y vivir de rentas. Por lo que el discernimiento resulta esencial».

A través de redes sociales, los agradecimientos y felicitaciones por tan importante presentación no se dejaron esperar:

“Súper interesante. San Francisco hombre visionario”.

“Debemos meternos en el corazón del mundo y ayudar a que las personas saquen lo mejor de sí”.

“Muy actual, trascendente, temas que nos ayudarán a vivir y reproducir este ámbito de la economía”.

“Qué bueno que diga que la persona no es solo una variable, como tantas veces se ve en nuestros sistemas económicos”.

“Muy interesante poner al centro a la persona y lograr una casa habitable para todos. Excelente”.