Con 5 talleres, 3 conversatorios y 1 exposición, la Familia Franciscana, en este tiempo de pandemia, entregó distintas miradas y análisis sobre la actualidad. Además, recordó la historia en algunos aspectos artísticos y culturales y por último, destacó la trascendía de la vida religiosa de San Francisco de Asís para el mundo.

El desafío no era fácil: “Fueron espacios muy significativos, muy bien valorados por todos los asistentes. Hubo una gran participación. Los temas tratados eran atingentes a los momentos que estamos viviendo. Aportamos con reflexión desde la espiritualidad Franciscana a los temas de la coyuntura social, política, al arte, la cultura, la justicia, la ecología, en temas de la mujer, de género. Es decir, son temas que fueron muy bien acogidos”, analiza el Hermano Isauro Covili, Ministro Provincial de la Orden Franciscana.

Evangelizar y proporcionar herramientas de aprendizajes era clave: “Con cada uno de los talleres aprendimos a leer el presente y así podemos comunicar y evangelizar según el lenguaje del hombre y de la mujer de hoy. Siempre estaremos al servicio de la formación y de la evangelización que es el mensaje de Jesús para tenga un espacio en la vida de las personas”, dice el Hermano Isauro.

Sin duda, el poder ir en ayuda de aquellos que poseen capacidades distintas era un factor muy importante para la Familia Franciscana. Alicia Collante, intérprete en lengua de señas estuvo presente en gran parte de las actividades. Para ella, poder ser parte de este proceso fue algo muy importante: “El ser creyente me dio una motivación especial y al ir interpretando aspectos de la religión uno también aprende. Fue muy significativo a nivel profesional. Los momentos que hoy vivimos como sociedad, donde la incertidumbre abunda, es muy interesante hablar de la vida de San Francisco y sobre todo, hacerlo de la forma más accesible, pensando en las personas sordas. Acá se pensó en ellos independiente si participaban o no y eso se valora mucho hoy en día”.

Para Sor Marcela Uribe, de la Directiva de la Familia Franciscana, este tiempo fue una oportunidad de evangelización que solo pudo venir de Dios: “Cada uno de los talleres fue de una riqueza increíble, no solo para la Familia Franciscana, sino también para cada una de las personas que se conectaron a través de Facebook. Pudimos ver cómo surgieron vocaciones para la Orden tras ser parte de estos espacios. Fue una alegría saber que participaron personas de Chile, de América Latina y de Europa, es decir, pudimos expandirnos más allá de nuestra espiritualidad”, expresó.

Paola Alarcón, quien desde La Serena pudo ser parte de cada uno de los talleres, agradeció a Dios y a la Familia Franciscana por este tiempo de aprendizaje y por la preocupación para que todo resultara de la mejor forma: “Se convirtieron en una compañía valiosa y agradable para este tiempo tan difícil. Nos hace bien para el alma, nos invita a reflexionar sobre distintos aspectos de la vida. Vi una profundización sólida en el carisma, que nos anima a ser mejores personas. San Francisco tiene una riqueza enorme y su ejemplo de vida nos llama a ser simples de corazón”. 

Revive cada una de las actividades en www.franciscanos.cl o a través de las redes sociales.