La jornada, realizada en dos tandas, los sábados 25 de julio y 01 de agosto respectivamente, profundizó los elementos claves del carisma franciscano, su teología, cultura, historia y espiritualidad, desde una mirada integral de la persona y de la historia.
No sólo personas de Chile se conectaron para la actividad, sino que, de Francia, Italia y Portugal, también quisieron sumarse e interactuar en este taller que la familia Franciscana- en su proceso de formación permanente- organizó de manera virtual, gratuita y abierta al público en general.
La Doctora en Teología Moral y académica de la Facultad de Teología de la Universidad Católica, Claudia Leal, fue la expositora en ambas ocasiones donde en primer lugar, valoró el poder hablar de la realidad Franciscana sin pertenecer a ella y agradeció el gesto: “Eso responde, a que ustedes mismos han ido tomando conciencia a lo largo de su historia, que la espiritualidad Franciscana no le pertenece a un solo grupo, a una sola congregación, a un solo movimiento. De alguna manera. la espiritualidad franciscana se ha ido proyectando mucho más allá de las fronteras de cualquier institución de la Iglesia”.
La profesional añadió que “estos espacios, nos ayudan- en este momento tan difícil que estamos viviendo todos y todas- a alimentarnos, de alguna manera, y a renovarnos en la esperanza. A estas alturas, todos nosotros hemos sido afectados por la pandemia. Estamos procesando esta experiencia y mi aspiración es a que este espacio, nos ayude a fortalecernos en nuestra esperanza, a procurar integrar elementos para entender lo qué está sucediendo y a acompañarnos virtualmente. Me parece importante seguir caminando juntos”.
Ambas jornadas pusieron el foco en elementos como los “Signos de los Tiempos”, a la luz de la espiritualidad Franciscana, su imagen y legado. Asimismo, habló sobre el redescubrimiento de la propia vulnerabilidad, asociado al estallido social y la pandemia.
En algunos pasajes, la académica señaló: “Me parece muy importante el discernimiento comunitario. Nosotros como tradición cristiana, hemos palpado y hemos cultivado de qué comunitariamente, nos acercamos con mayor solidez a la auténtica interpretación de la revelación de Jesucristo. Nosotros comunitariamente tenemos el desafío de llevar a cabo un discernimiento plural, democrático. La conversación es tan importante como la respuesta, porque a través de esa conversación, nosotros construimos nuestra identidad y nos vamos haciendo parte de esta tradición cristiana que tanto amamos y que nos mueve. Yo me pregunto si puede ser una señal de los signos de los tiempos las iniciativas de solidaridad que se llevan a cabo en este momento en Chile como, por ejemplo, las ollas comunes”, detalló.
Por otra parte, destacó que “la espiritualidad cristiana no es que yo me miro al espejo continuamente y evalúo cuáles son mis defectos, qué es lo que tengo que corregir, cómo puedo hacer más penitencia. La espiritualidad cristiana consiste en viajar junto a una persona que me ha formulado una invitación a seguirlo, con todo lo que yo tengo – con mis defectos, mis cualidades, mis virtudes y mis debilidades- y en el camino con esta persona, probablemente muchas de mis características, van a cambiar y voy a salir mejorado”.
Finalmente, y a la luz de la definición y profundización de la ética de la valentía y la ética del cuidado, manifestó: “Yo no estoy diciendo que haya que renunciar a una de las dos. Creo que debemos reconocer la tradición de ambas corrientes y la relevancia de ambos modelos”, relacionando la empatía de San Francisco hacia las mujeres y la serie de manifestaciones organizadas por ellas a lo largo del mundo en el último tiempo.
La Hermana Marlén Núñez Campusano, moderadora de la segunda actividad, dijo al respecto, que la vida Franciscana trasciende las fronteras y cómo la podemos hacer presente en los desafíos, no sólo de Chile, sino de América Latina y universalmente: “En ese sentido, lo encuentro muy importante por el tiempo que estamos viviendo y cómo se está dando la formación y las redes sociales. El legado de San Francisco se hace vigente en el día de hoy y no solamente como un desafío, sino que cómo podemos volver a reencontrarnos con la persona de Jesucristo, como podemos volver a redescubrir en el rostro del leproso en los tiempos de hoy. En los tiempos de hoy, podría ser Ámbar, una chica vulnerable, donde muchas veces como sociedad, no podemos dar respuestas y nos hacemos los ciegos. También está el cesante, el que está sufriendo, el que tiene dificultades, al que le han perdido el respeto por su dignidad”, analizó.
El Hermano Isauro Covili, Presidente de la Familia Franciscana, en la presentación de la jornada, sostuvo que este espacio, será de formación en bien de toda la familia Franciscana, dentro de la fraternidad, como de aquellos hermanos que no son parte directa: “Este camino de encuentro con la gracia de los orígenes, nos ayuda a que ese encuentro con Jesús, con Francisco- que es fuente inspiracional permanente para la Familia Franciscana y para la iglesia y la comunidad- sea un encuentro con el Evangelio, con Jesucristo, con el pobre y con los leprosos”.
Agregó: “Nos permite alegrarnos, porque es un proceso que sale al encuentro de cada uno para encontrarnos con la bondad, con la belleza, con la justicia, con el Sumo Bien que es Jesucristo, que es fuente inspiracional y fundamental para cada uno de nosotros”, invitando a mirar hacia adelante y hacer lectura de la realidad, “que implica un gran esfuerzo para descubrir lo que Dios nos habla y nos dice en el camino de la vida”.
Recordemos que la Familia Franciscana de Chile, es la agrupación de todas las ordenes, congregaciones de espiritualidad franciscana, tanto de Derecho Pontificio como Diocesano que están adscritos a la espiritualidad del Pobre de Asís y, además la JUFRA y la Orden Franciscana Seglar, como movimientos laicales. Actualmente la familia franciscana agrupa a más de 20 congregaciones, siendo ésta, la familia religiosa más numerosa de consagrados y consagradas en la Iglesia chilena.
Este ciclo formativo se extenderá hasta el mes de octubre de este año para todos quienes deseen profundizar en distintos temas relacionados a la Familia Franciscana, espacios que, en todo momento, contarán con un intérprete en lengua de señas para poder hacer más inclusiva la formación y el acceso al conocimiento y a la reflexión franciscana.