La Providencia de Dios en tiempos de confinamiento

Partieron con pequeñas cajas de mercadería y gracias a la providencia de Dios y de algunos bienhechores, hoy un grupo importante de familias más necesitadas del sector La Antena en La Serena, están recibiendo una ayuda concreta en tiempos tan difíciles de pandemia.

En una comunidad principalmente poblada por adultos mayores, desde marzo, la Parroquia San José Obrero de La Serena, ha logrado con éxito, en la actualidad, poder ayudar a cerca de 30 familias de este sector La Antena, por medio de cajas de mercadería y, sobre todo, en tiempos donde la crisis sanitaria no sólo ha dejado dolores físicos y emocionales, sino que económicos.

“Cuando comenzó todo esto de la pandemia la gente desapareció, pero los laicos comenzaron a preocuparse de nosotros los frailes. Esa fue la primera gracia que vimos el de preocuparse qué teníamos, cómo estábamos, etc. Entonces, a raíz de todo eso, se comenzó con la ayuda a las familias”, nos cuenta el hermano Francisco Lastra, párroco de San José Obrero.

El hermano Francisco Lastra, también Guardián del Convento Nuestra Señora de la Buena Esperanza, añade que, tras la ayuda en mercadería, vino también un trabajo con la Junta de Vecinos del sector que aumentó la fraternidad. La parroquia comenzó a recibir donaciones económicas- por medio de transferencias electrónicas- lo que permitió seguir ayudando de manera concreta con cerca de 300 almuerzos semanales, incluso llegando a un formato de “delivery” cuando no se puede dar almuerzos de manera presencial por las medidas sanitarias impuestas por el confinamiento.

Para el hermano Francisco Lastra, este tiempo ha sido fundamental para ver cómo Dios actúa en medio de los más necesitados: “A pesar del confinamiento y extrañar a la gente, el ser acompañado y acompañar a las personas, hemos experimentado de otra manera, la presencia de Dios. Si bien en cierto, estamos más encerrados, vemos con mayor fuerza la misericordia de Dios, a través de la ayuda solidaria, ya que compartimos con los demás la mesa de lo mismo que recibimos”.

Finalmente, la señora Patricia Veliz, fiel colaboradora de este trabajo junto a los hermanos del Convento Nuestra Señora de la Buena Esperanza, sostiene que los frutos y ayuda que ha visto hacia tantos lugares y personas viene sólo del Señor: “En una alegría poder aportar con un granito de arena en estos tiempos, trabajar con los hermanos, ya que también estamos pendientes de personas que estén en cuarentena. Yo soy una persona de mucha fe, así que le pido a Dios que me ayude e ilumine para servir de la mejor manera y, sobre todo, que me proteja a mí para no enfermarme”, añadiendo que la ayuda también se extiende más allá de comida y cajas de mercadería, sino que incluye útiles de aseo, presencia en ollas comunes y elaboración de pan amasado.

Recordemos que la Pastoral Social – Caritas de la Arquidiócesis de La Serena, ha realizado un trabajo enorme en beneficio de quienes más lo necesitan, entregando “Cajas Solidarias” a la parroquia San José Obrero, ayuda que ha sido destinada a hermanos migrantes y fruto de la campaña “Nadie se salva solo”, que tiene por objetivo, colaborar con quienes se han visto directamente afectados por las consecuencias sociales y económicas de la pandemia.