Estimados (as) hermanos y hermanas:
¡El Señor les conceda la paz!
Algunos hermanos y hermanas han manifestado su preocupación sobre la forma de celebrar la fiesta de la Porciúncula y, en particular, sobre la indulgencia.
Sirva, a modo de orientación,cuanto sigue:
- Este año, debido a la pandemia que nos aflige, todos nos encontramos en un tiempo especial y viviéndolo de acuerdo con las disposiciones de la autoridad civil y también eclesiástica.
- En esta oportunidad,la fiesta de la Porciúncula corresponde al día Domingo y éste tiene la prioridad. No obstante, en la Eucaristía, especialmente en la homilía, es aconsejable hacer un alcance entre la Palabra y la Porciúncula, resaltando los valores de la paz, el perdón y la reconciliación.
- Por lo indicado en el n.1, no se podrá ganar la indulgencia plenaria del modo acostumbrado, en cuanto que no se puedencumplir las condiciones propias que se requieren: Comunión sacramental y confesión. Pero en cada lugar se pueden celebrar momentos de oración y celebraciones de perdón en bien del camino espiritual, que ayude a la comunidad y a cada uno de sus miembros a experimentar el amor que Dios tiene por sus hijos, aprovechando las plataformas digitales que hoy están a nuestro alcance.
- Se propone un esquema preparado por Fr. Cristián Eichin, para aquellos que quieran ocuparlos o bien cada fraternidad puede elaborar su propio esquema celebrativo.
- Pensando a nivel de las comunidades de la Familia Franciscana y donde no haya celebración eucarística,es aconsejable favorecer la liturgia de la Palabra y buscar un signo que hable de reconciliación, de perdón,de fraternidad y compartirlo en familia, alimentando de esta manera el deseo de que pronto se puedan encontrar presencialmente.
- En el día de Santa María de los Ángeles, patrona y protectora de la Orden y de la Familia Franciscana, es deseable que las fraternidades y las familias de nuestras comunidades preparen en sus hogares altares a la Virgen y, en donde puedan, orar por este tiempo de pandemia con las oraciones que San Francisco dirigía a la Virgen Santa María.
Que el Señor nos haga ser testigos de la bondad de Dios para ayudar a vivir y construir relaciones humanas más sanas y reconciliadas.
Fr. Isauro Covili Linfati, ofm
Ministro provincial