Conmemorando un nuevo aniversario de su muerte, cientos de fieles se reunieron en la Recoleta Franciscana para celebrar la vida y obra de Fray Andresito, servidor de Dios que testimonió hasta el último día de su vida el Evangelio.
Cientos de personas, incluso de otros rincones del país, llegaron hasta la Recoleta Franciscana para celebrar la misa en honor a Fray Andresito. La Eucaristía, que conmemoró el 167 aniversario de su muerte, fue presidida por el obispo Alberto Lorenzelli, quien llamó a los fieles a redescubrir el camino de fe y el encuentro personal con Jesús, siguiendo el ejemplo de Andresito y su más importante valor, la humildad «La virtud de la humildad nos ubica en el lugar apropiado de nuestras relaciones con Dios, con el prójimo y nosotros mismos» recalcó.
El obispo destacó la importancia de escuchar la palabra y enseñanza de Jesús a través de la liturgia, en la meditación de la Sagrada Escritura, en la predicación, resaltando la importancia de dejarnos sorprender por el Evangelio para acercarnos a Cristo con alegría, entusiasmo y humildad. Por su parte el Padre Isauro Covili agradeció la gran convocatoria y extendió la invitación a los asistentes a «elevar una oración al cielo, a Dios que acoge la vida y las necesidades a través de un hijo suyo como es Fray Andresito»
La fe no tiene fronteras
Emocionados se mostraron quienes participaron activamente de la Eucaristía, pidiendo por quienes sufren, por los enfermos y por las almas en camino al encuentro del Señor. Muchos vinieron desde otros rincones del país como es el caso de Alexis Lobos, quien viajó desde Alto Hospicio para celebrar la pascua «Vengo con mucha fe a celebrar la misa (…) para seguir ojalá sus enseñanzas de amor, de caridad y empatía con las personas que lo necesitan» dijo. También lo hizo Camila Milla, una joven estudiante que viajó desde La Serena motivada por la vida y obra de Fray Andresito «Vine por mi abuelita y mi familia. Fray Andresito me inspira a venir aquí por los demás y vivir la vida con humildad» comentó.
Y es ese mensaje de humildad el que hizo posible tan alta convocatoria. Para Miguel Ángel Correa, Vicario de San Francisco de la Alameda tiene una explicación «Fray Andresito está en el corazón del pueblo de Dios frente a su sencillez y su capacidad de atraer al pueblo más humilde. Un franciscano sin humildad no se entiende, porque es la formación más propia del espíritu del seguimiento de Jesús» dijo.
La esperanza está en su beatificación
Andrés García Acosta, conocido por sus fieles como Fray Andresito, llegó a Chile -al barrio La Chimba- en 1839 y fue recibido en la Recoleta donde se le asignó el oficio de limosnero. Gracias a esta labor pudo relacionarse con personas de distintas clases sociales, particularmente con los más desposeídos, a quienes acogió con solidaridad.
Su legado es reconocido hasta hoy, es por esto que en julio de 2016 la congregación Franciscana, con autorización del Sumo Pontífice, pide la beatificación de Fray Andresito en reconocimiento a su devota misión de ayudar al prójimo. Solo se espera el milagro que lo haga posible ya que los documentos necesarios fueron entregados tal como señaló el Padre Covili «La iglesia lo ha declarado venerable. Lo que resta es la comprobación de algún milagro. Hay signos y hechos que están siendo estudiados, pero esperamos que surja un milagro que sea comprobado y así podamos tenerle beatificado y luego canonizado» afirmó.
Será un largo camino pero la esperanza no se pierde. Sin duda la beatificación es el momento que más anhela la comunidad franciscana y el pueblo Dios; ver la imagen del Fraile en el altar, con la aureola que lo reconoce como santo.
Fuente: www.iglesiadesantiago.cl