Tras una peregrinación por la Vega Central y el sector de Patronato, la imagen de Nuestra Señor de Fátima fue recibida por miles de fieles en el tradicional templo franciscano.
Erigida en 1643, al norte del Río Mapocho, en el llamado Barrio de La Chimba, la Recoleta Franciscana es un patrimonio vivo de la historia y cultura de la ciudad de Santiago. Un templo de gran importancia para los fieles, por albergar la figura del Venerable Siervo de Dios, Fray Andresito, cuya figura espera el milagro que pueda convertirlo en un nuevo Santo de la Iglesia.
Dada la importancia del templo para la comunidad católica de Santiago, fue escogido como uno de los lugares para recibir a la Madre en su peregrinar por la ciudad, tras su visita por la iglesia San Francisco, la Catedral Metropolitana, la Cárcel de Mujeres de San Joaquín y el Palacio de La Moneda.
Alejandro Salinas es voluntario en el comedor de la iglesia Recoleta Franciscana. Trabaja todos los viernes y sábados para dar alimento a la gente más necesitada del sector. Como cada sábado, preparó el desayuno para las más de cien personas que recibe el comedor, y con emoción dio la bienvenida a la Virgen en su casa franciscana, y celebró la Eucaristía junto a su imagen.
“Cuando la vi me pasó algo muy potente, difícil de explicar. Me pasa algo especial con ella, veo su imagen y se me caen las lágrimas, no puedo decir por qué me pasa, tal vez por lo pecador que soy. Yo creo que su visita apunta a algo más que lo netamente religioso, sino que a un contexto general, este es un país que está mal, hay mucha falta de espiritualidad en la sociedad chilena. Espero que esto ayude a un cambio, que nos haga reflexionar, por eso yo me encomiendo a la Virgen para que nos ayude, nos cuide”, expresó.
La señora Maclovia Riquelme es jubilada y fiel a Fray Andresito. El día 14 de cada mes, asiste a la iglesia de Recoleta a orar por su pronta beatificación, y agradecerle por su compañía. Cuenta que ha tenido la fortuna de haber visitado a la Virgen de Fátima en Portugal en el mes de mayo, y que al enterarse sobre su estadía en el templo franciscano, decidió acompañarla. “Es un regalo tenerla aquí en Santiago, en este templo con tanta historia. Me enteré por la radio de que estaría aquí en la Recoleta, que iba a pasar por La Vega así que le vine a pedir por mi salud. Tengo diabetes y tengo la fe de que me podré mejorar y estar bien. Por eso todas las noches me encomiendo a ella”, relató.
Igual fortuna tuvo Viviana Urbano, quien acudió desde la comuna de San Miguel para ver la imagen de la Virgen. “Me emociona mucho verla, para mí siempre ha sido importante. Quise venir a verla acá para darle las gracias y para pedirle que me acompañe. Si todo sale bien, el próximo año espero poder visitarla en Portugal. Le hice una manda y debo cumplirla”, señaló.
La Virgen Peregrina continúa su visita en Chile, en un recorrido que considera el norte y sur del país, en un periodo que se extenderá hasta mayo de 2020.