Nuevo diácono en tránsito para la fraternidad franciscana

Se trata del hermano Felipe Márquez, quien tras un caminar de 12 años, fue ordenado en Chillán, por el obispo Jorge Concha.

Tiene 37 años, es oriundo de San Francisco de Mostazal y licenciado en biología. Mientras estudiaba conoció el carisma franciscano y se dejó conmover por su espiritualidad. Por ello, en 2007, luego de haber ejercido su profesión universitaria, decidió ingresar a la Orden Franciscana de Chile y servir a Dios.

“Cuando todos nos enseñaban a ser exitosos, a estar incluso sobre los demás, me llamó la atención esto de ser un hermano menor, un adjetivo calificativo personal muy fuerte, un llamado a estar con los últimos, al servicio de los demás. Esto me hizo mucho sentido en lo espiritual y como ser humano, sobre el querer ayudar a los más débiles y frágiles”, relata el hermano Felipe.

Así, el pasado 26 de septiembre, la familia franciscana celebró su ordenación diaconal en la iglesia San Francisco de Chillán. Ocasión en la que fue acompañado por hermanos de distintas partes del país, que viajaron hasta la región para acompañarlo.

“Querido Felipe, eres un afortunado porque tienes una rica e inagotable fuente de donde nutrir el don y la acción del ministerio que vas a comenzar a ejercer: en primer lugar, la gracia de Dios que junto a la palabra podrán hacer grandes cosas en ti y a través tuyo en beneficio de todos, también la espiritualidad de hermano menor que parte de la experiencia del hermano Francisco de Asís, y que también es don del Espíritu”, le expresó monseñor Jorge Concha.

Al continuar, el obispo se refirió al Ministerio del Diaconado, explicando el amplio servicio que éste significa para la Iglesia, que “permite bautizar, asistir matrimonios, asistir el sacramento de la Eucaristía, reservar y distribuir la Eucaristía, llevar el viático a los moribundos, leer las Sagradas Escrituras, instruir y exhortar al Pueblo de Dios en nombre de la Iglesia, presidir la humanidad”.

Tras ello, el hermano Jorge invitó al nuevo diácono a vivir este tiempo con generosidad: “Felipe, tú serás ordenado diácono, que llamamos en tránsito, porque todo dice que tu camino te lleva al ministerio sacerdotal. Sin duda este tránsito será una oportunidad para profundizar en el servicio con espíritu diaconal, algo a lo que todos somos llamados, y que tú al pedirlo como un sacramento, lo asumes públicamente con más responsabilidad y dedicación”, expresó.

Posteriormente, por la imposición de manos del obispo, la oración consecratoria y la entrega del libro de los Evangelios, el hermano Felipe recibió el sacramento y fue revestido con la estola y dalmática.

Al final de la celebración, el hermano Felipe agradeció a todos quienes lo han acompañado en su proceso de discernimiento, que según explicó, “comenzó a cuajarse en la familia y luego pasó por diversas etapas de maduración. En todo este proceso ha habido personas de suma importancia, a quienes también les hago acreedores de este don”.

“He recibido un Ministerio de la Iglesia y para la Iglesia, pero sigo siendo, esencialmente, un hermano menor; un hermano franciscano. Por eso, siempre seré el hermano Felipe. Les ruego humildemente que recen por mí, que me corrijan caritativamente y me ayuden a crecer. Les pido que no desfallezcamos en este proceso de purificación que vivimos como Iglesia, y yo también quiero ser parte de este cambio, siendo instrumento y herramienta que ayude a levantar nuestra Iglesia golpeada”, agregó.

El hermano Felipe continuará ejerciendo su ministerio en el templo San Francisco de Chillán, donde es ecónomo y guardián, y donde desempeña una labor de servicio pastoral, junto a los hermanos Gerardo Flores y Alejandro Úbeda.